Religión, Esoterismo o Espiritualidad: ¿En qué creemos?

Así como todos los días el mundo y los seres humanos evolucionan en temas de interés científico, político, de finanzas, de salud, entretenimiento y tantos otros tópicos, también lo hace con respecto a las creencias en las que cada uno de nosotros quiere investigar, estudiar, creer y finalmente, formar parte de ellas.

Y esto pasa porque con la evolución del ser humano, muchos han dejado a un lado los temas religiosos en búsqueda de una espiritualidad que están seguros que encontrarán en temas metafísicos, mientras que otros se han hecho parte del mundo de la magia y los rituales y un margen considerable, prefiere no creer en nada.

Hay quienes creen que las religiones adoctrinan a las personas, así como también existe quienes aseguran que todo el mundo metafísico, espiritual y energético no es más que una pérdida de tiempo de un montón de comeflores (como les gusta llamarles), pero además, entre unos y otros, también existen todos esos que de vez en cuando acuden a la magia, al tarot, a los rituales chamánicos y a otro montón de prácticas con las que aseguran, logran alcanzar sus deseos.

Hoy estaré hablando del libre albedrío con el que llegamos a este mundo y cómo lo usamos para que en materia de creencias y espiritualidad, cada uno de nosotros logre conectar con esa divinidad en la que cree. ¡Comenzamos!

Espiritualidad Vs Religión

Quienes hemos nacido, crecido e incluso heredado patrones de vida y de conducta en nuestro recorrido por la vida, probablemente en su mayoría, hemos pertenecido a religiones que ni siquiera conocimos pero de las que en algún momento, fuimos parte.

La religión es un sistema de creencias, de principios, de historias, de símbolos y de normas que han sido establecidos por el hombre en torno a la relación que mantienen o quieren mantener con lo sagrado, con lo divino, con lo celestial.

Cada grupo, cada especie, cada cultura, tiene su religión y eso me lleva a recordar, por ejemplo, una frase de una canción de Ricardo Arjona que dice que <<En este mundo hay más religiones que niños felices>> .

¿Cuál es la verdadera? Pues todos se atribuyen una verdad, así que es muy díficil que unos a otros se den la razón, porque al fin y al cabo, cada uno asegura seguir al verdadero Dios, como si en efecto, le conocieran personalmente.

Por su parte, la espiritualidad, es sinónimo de vivir en contacto con tu verdadera escencia y a ella la encuentras cuando en algún momento de tu vida, descubres que ya no comulgas o que ya no crees en lo que hasta ahora has conocido, entonces, comienza un despertar que te hace darte cuenta que formas parte de un todo. 

La espiritualidad, es la conciencia desde la que vives, con las intenciones que le das a tus acciones, desde esa parte justa de tu ser: la conciencia.

Las distintas religiones que conocemos, y las que no conocemos, en su mayoría se conformaron hace cientos de miles de años, gracias a que un ser humano como tú y como yo, alcanzó niveles de consciencia muy altos y así, pudo guiar a sus contemporáneos mediante enseñanzas adaptadas a su tiempo y a la comprensión de las personas que coincidieron con ellos en esas épocas.

Estos guías entonces, buscaban ayudar a su prójimo a elevar sus consciencias mediante enseñanzas basadas en el amor incondicional, la compasión y la generosidad hacia todos los seres humanos.

Ese estado altísimo de consciencia que caracterizó por igual a todos estos humanos, aún a pesar de las distintas regiones y nombres que han tenido, se conoce como estado de Iluminación y es lo que buscan alcanzar los practicantes luego de adaptarse a una serie de normas y creencias que fueron escritas todas por hombres a lo largo de la historia.

Para hablar de espiritualidad, debo hablarte primero de ese momento que llega a nuestras vidas en el que sentimos que ya no formamos parte del entorno, que vivir en un mundo guiado por el consumismo, el ego y el postureo, ya no nos satisface, entonces comenzamos a cuestionar, a preguntar y a buscar otras dimensiones en las que en efecto, podamos acceder a nuestro propio universo.

Este despertar espiritual, que es como se llama ese proceso de negación del mundo material y búsqueda de nuestra escencia, algunos piensan que puede incluso darse en varias vidas y aquí entra entonces otro concepto que es la reencarnación y la no muerte de la energía vital, pero ese ya es otro tema.

Como te iba diciendo, hay quienes piensan que el despertar espiritual puede darse en la vida que vivimos, o evolucionar en unas cuantas hasta que lleguemos a querer encontrar ese «Algo Más» que creemos que existe en nuestras vidas y en el universo que nos rodea.

Cuando este despertar se produce, nuestras almas, a través de nuestras consciencias, nos guían en la búsqueda de aquello que queremos descubrir y es a partir de entonces, que de manera casi consciente, comenzamos a trabajar en nuestro desarrollo interior.

Tal vez en ese momento, busquemos entonces en las religiones esas guías que nos atraigan y que nos ayuden en el despertar de nuestra consciencia a traves de sus preceptos, pero no siempre tiene por qué ser así.

Así que es bueno que sepas que no hay religiones ni buenas ni malas, pues todas ellas son parte de una experiencia que abre el camino hacia la iluminación, así que todas ellas son perfectamente capaces de inundar nuestras consciencias limitadas con la consciencia del todo.

Generalmente cuando las personas comienzan su despertar espiritual, pueden sentirse atraídas hacia una religión o creencia en específico .

¿Cuáles son las diferencias?

Hay quienes piensan que tanto la religión como la espiritualidad tienen puntos en común, como por ejemplo que ambas pueden tratarse de métodos falsos para hacer cercana una relación con la Divinidad o que ambas, tienen una verdad que hace que sus seguidores se sientan iluminados con lo que en ellas encuentran y decidan quedarse.

No podemos obviar que en ambas hay personas que por ejemplo, construyen su vida en torno a ellas aunque no las entiendan muy bien pero como socialmente son aceptados, pueden incluso defenderla con fervor aunque con esa defensa violen todas las normas de eso en lo que dicen creer.

Por su parte, muchos de quienes toman el camino de la espiritualidad, de igual manera, desconocen que también a través de la religión, las personas pueden alcanzar la iluminación y el despertar de sus consciencias, lo que los lleva a asegurar que ese proceso está divorciado de las religiones.

Entonces tenemos que la espiritualidad es una experiencia individual y que quien sigue ese camino, viaja solo, con su yo, mientras que en las religiones, es a través de ejemplos, de normas, de leyes que deben seguirse, como se encontrará esa salvación prometida. En resumen pues, seguir una religión es hacer un deber, mientras que ser espiritual es ser quien eres.

Una de las críticas más frecuentes que reciben quienes optan por el mundo espiritual, es que éste fomenta la cultura de la individualidad y del creer que los seres humanos podemos conectar con una energía creadora que no puede ver y que no saben si es real o producto del ego.

Sin embargo y coincidencialmente, quienes están del otro lado opinan lo mismo, solo que a diferencia, aseguran que las religiones pretenden endiosar hombres que digan a sus seguidores qué hacer en base a historias que tampoco tienen una realidad comprobable, al menos, para quienes están observando desde fuera de ellas.

En lo personal, creo que quienes están en contacto con esa energía creadora que buscan, no están particularmente interesados en hacer juicios de las maneras en las que otros desarrollan su parte espiritual, pues logran entender a la perfección que cada proceso es adecuado cuando el fin que se pretende alcanzar es el mismo.

¿Qué tiene que ver la magia?

Hay quienes no conectan ni con lo espiritual ni con lo religioso, sino que se unen a creencias paganas en las que se adoran imagenes, se hacen brujerías, se rinde culto a dioses o personajes oscuros y se hace otra gran cantidad de rituales. Equivocadamente, muchos confunden éstas prácticas con esoterismo.

Sin embargo, el mundo esotérico no es oscuro a pesar de que muchos piensen en él como brujería. En primer lugar, hay que hacer una aclaratoria para decir que obviamente, existen seguidores y líderes de la magia negra, pero es que además, existe la magia blanca y ya te voy a explicar más sobre esto.

El esoterismo es un conjunto de practicas, creencias, ritos, enseñanzas, conocimientos y habilidades relacionados con la alquimia, la astrología, la magia, entre otros.

Mucho es lo que se ha discutido sobre cómo denominarla, pues algunos defienden que se trata de una pseudo ciencia y como tal debe tratarse, además de que solicitan que se le emita el mismo respeto que a otras dogmas como el católico, cristiano, evangélico, protestante, entre otros, los cuales aseguran, al igual que el esoterismo, no poseen más sustentos que la fé.

El esoterismo como tal, está conceptuado como el estudio de todo aquello que está oculto tras las apariencias, las formas, lo oculto a nuestros cinco sentidos y por lo tanto es imperceptible y no podemos interpretarlo.

Más allá del mundo físico hay una realidad superior que sobrepasa la mente y los sentidos, y en el mundo esotérico, se cree que es ahí dónde se encuentran las causas o las razones verdaderas por las que todo existe.

Todo tiene una razón de ser y al mismo tiempo, todo tiene un ser que manifiesta esa razón

Principio Esotérico

Se cree que comprendiendo este principio, podremos entonces asimilar que la vida de los seres humanos tiene un sentido al que no todos saben darle significado desde nuestro plano objetivo.

El esoterismo es un legado de la sabiduría ancestral y la llave con la que se cree, se abrieron las puertas a la ciencia. Y es que las propuestas esotéricas han empujado al hombre a estudiar ese mundo, ese universo profundo y de esta manera, se han descubierto los principios ocultos que nos afectan como seres humanos en el transcurso de nuestras vidas, aunque no sepamos de las realidades alternas de las que participamos de manera inconsciente.

La sabiduría antigua, perdida en el camino del hombre moderno, ya hablaba de ese conocimiento y se cree que para continuar con la evolución, la humanidad debe reconectar nuevamente con esa energía y así poder vivir desde la comprensión que ella ofrece.

Comprender lo oculto, nos lleva a perder los miedos, porque cuando entendemos que todo tiene una causa, podemos reconocer entonces nuestro propósito de vida y además, perder el miedo a vivir y a morir.

Se cree que cuando conectamos con nuestro propósito a través del conocimiento esotérico, podemos llegar a concretar nuestros deseos internos y vivir a plenitud luego de haber sentado las bases para nuestra evolución.

Recuperándo esa ciencia sagrada que libere a la humanidad de causas absurdas y de los sufrimientos en esta vida, se podrá entonces liberar al mundo de rencores, odios, guerras, ideologías y capas sociales y esto se logrará al conectarnos con la escencia divina que rige nuestro ser y nuestro mundo, en el que lo único que debe habitar es el amor por la creación.

El esoterismo no es un camino fácil pero si uno lleno de responsabilidad del estudio de ese mundo oculto que se cree, nos afecta para así comprender sus enseñanzas y tener una mejor experiencia de vida

Como te comenté anteriormente, al esoterismo se le relaciona con brujerías y magia negra, pero esto no tiene que ver con lo que representa sino con quienes lo representan pues ya sabemos que gente con malas intenciones y energías hay en todo el globo terráqueo, en todas las religiones y en todas las creencias.

Finalmente, puedo decirte que el esoterismo en su escencia pura, al igual que la religión y la espiritualidad, lo que persigue como meta única es la relación de amor del ser humano con la creación y su integración con esta.

Y entonces ¿En quién creo?

Para muchos, no formar parte de una religión es más que una ofensa. Me ha tocado aclarar muchas veces que aunque sí creo en Dios, y de hecho, en algunas de las advocaciones del Catolicismo, no pertenezco a ninguna religión específica pues no me siento parte de ellas y pertenecer, más que estar, significa al menos para mí, que estoy conectada a algo.

En alguna oportunidad, hablaba del tema religioso con una persona que me dijo que prefería mil veces pertenecer al Catolicismo antes que andar, como yo, divagando por la vida. Cuando le cuestioné acerca de todos los horrores que han salido de manifiesto sobre la Iglesia Católica, se ofendió terriblemente y de hecho, negó que sucedieran, buscando en la web estadísticas que desmintieran lo que yo argumentaba, desconociendo además casos que conozco personalmente y que son muy perturbadores.

Sin embargo, no escribiré acerca de todo lo que puede estar mal en una religión, sino por el contrario, trato de hacerlo desde lo positivo que pueden aportarte a tí, como ser humano, formar parte de alguna de ellas.

La curiosidad y el no estar de acuerdo con patrones impuestos, me ha llevado a descubrir nuevas maneras de conectar con lo espiritual así como con todo ese volcán de emociones y pensamientos que me considero ser, por lo que en mi paseo por el conocimiento, he llegado a la conclusión que lo realmente hermoso de cada creencia, es la fé y la convicción con la que se viven.

Usted puede creer en los extraterrestres, en las brujas, en el Wicca, en Jesucristo, en Buda y en Alá, si así lo considera. Usted puede creer en el Dios que quiera porque finalmente, lo que está usted haciendo es tratar de conectar esa energía divina con la suya y desde ahí, en función del amor, tratar de ser un mejor ser humano.

Si decidiste que alguna religión en particular, llena las expectativas que en materia de fe, tienes, pues adelante. Si por el contrario, crees en la magia del universo, en el poder del Cosmos, en las energías supremas, pues adelante también. Lo importante no solo es que te sientas bien con lo que sigues sino, que ese sentir puedas conectarlo con el resto de la humanidad y del universo que te rodea.

Tener un conjunto de creencias, de ideas, de normas y de principios no te conecta solo porque si con tu espíritu, sean cuales seas la naturaleza de estos. De hecho, mientras más ideas y seguridad tenemos sobre alguna de ellas, más podemos aislarnos de la dimensión espiritual interna.

Muchas personas que forman parte de religiones, se encuentran atascadas por llamarlo de alguna manera, en ese nivel, pues buscan igualar la verdad con el pensamiento y como están completamente identificados con este último, aseguran estar en posesión exclusiva de la verdad, como intento inconsciente de proteger su identidad, limitando de esta manera su vida por el pensamiento.

Estas son las personas que si no crees o piensas como lo hacen ellos, en su opinión y juicio estás completamente equivocado y perdido en cuanto a espiritualidad se refiere, por lo que no es escandaloso agradecer vivir en esta época y no en una pasada en la que se habrían sentido justificados de matarte solo por el hecho disfrutar de tu libre albedrío.

Es impresionante ver como la transformación de la consciencia está surgiendo fuera de las religiones institucionalizadas, y es que la espiritualidad a gran escala, como la vemos hoy en día, es un fenómeno nuevo, si lo comparamos con el pasado reciente en el que dar una charla, escribir un libro o hablar de una espiritualidad que no fuera aprobado por la iglesia, era absolutamente inconcebible.

En especial en el mundo occidental, en dónde la Iglesia Cristiana tenía casi que el dominio exclusivo de la espiritualidad, los avances han sido enormes y hoy en día podemos notar cierta apertura dentro de ella, que busca unificar algunos puntos. El Papa Juan Pablo II fue ejemplo de ello cuando visitó una Mezquita y una Sinagoga

Estos avances, aunque a quien busca el contacto con su espiritualidad fuera de las religiones y dogmas establecidos no le importen mucho, significan un paso importante para toda la humanidad porque dan cuenta de la intención de unificar acciones que dirijan al ser humano hacia el amor incondicional y eso siempre será una buena noticia, especialmente en estos tiempos convulsionados.


No me cansaré de repetir que todo lo que le haga bien a tu vida, debe quedarse. Si realmente sientes que tu religión le proporciona a tu espíritu la libertad que necesita, eso está muy bien. Si por el contrario, piensas que en una religión estarías limitado y decides buscar una alternativa con la que te sientas más identificado, también está muy bien.

Cada uno de nosotros, de acuerdo a su nivel de consciencia, puede elegir con su libre albedrío como alimentar su espiritualidad, pues lo realmente importante de este tema, es que conectes con esa parte tuya que necesita de amor incondicional, compasión, entendimiento y respeto por todo lo que le rodea. Ahí está el verdadero cambio.

¿Qué te recomiendo? Creer y continuar estudiando y averiguando sobre eso que te lleva a ser mejor persona. No importa si pertenece o no a una religión o creencia, lo importante es que tú te sientas bien con lo que haces.

Otras veces lo he dicho y hoy lo reafirmo, el camino del despertar espiritual no es color de rosas pues entre noches oscuras y distanciamiento de personas y lugares que eran importantes en tu vida, mucho es lo que dejamos atrás.

Sin embargo, cuando estás en ese camino que te conecta con el amor, con lo verdadero, de hecho con las verdades que resuenan con tu propio ser, es cuando agradeces y quieres continuar transitando por él, aún a pesar de lo que en e

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