Separación en Buenos Términos: ¿Es Posible?
Cuando hablamos de divorcio o separación, es indiscutible que muchos de nosotros, basados en las experiencias que hemos visto o tenido, lo asociamos de inmediato con una etapa difícil, oscura y negativa de la vida de cualquier pareja.
Sin embargo, como ya lo he dicho en muchas ocasiones, separarse o divorciarse no quiere decir que quienes conformaban una pareja deban odiarse, enemistarse y desaparecer de la vida del otro solo porque sí.
No concibo imaginar cómo, después de amar tanto a alguien, de ser su amigo, su confidente y la persona con quién compartiste un espacio de tiempo en tu vida, solo puedas apartarle como si nunca existió.
Por supuesto que hacer lo contrario a esto implica altos niveles de inteligencia emocional, generosidad y madurez, pero claro que es perfectamente posible y de eso, puedo dar fe desde mi propia experiencia.
Es Obvio que hay diferentes razones y comportamientos a la hora de dar por terminada una relación de pareja y esto influye en la manera en la que posteriormente, se interpretarán los roles que a cada uno le corresponda asumir.
Hoy estaré hablando de este tema que particularmente, pienso que es el deber ser de toda relación en la que existió amor y respeto, pero que asumo además como un reto para muchos que aseguran que no quieren volver a saber de sus ex. ¡Comenzamos!
Decir Adiós
Cuando una relación termina, no lo hace de un día para otro y eso, hay que tenerlo muy claro. Además, nadie te quita a nadie, en el caso de las parejas que han finalizado la convivencia debido a la presencia de una tercera persona.
Y esto me gusta aclararlo porque aún en esta época, escucho y leo a personas decir que alguien «se metió» en la relación y le «quitó» a su pareja, así que cada vez que esto sucede siento que mi lógica va a explotar.
Nadie permite que se meta otro en una relación que está sólida y estable y en la que además, existe el amor, el respeto y la confianza. Lo que sí ocurre es que existen hombres y mujeres que ya no se sienten bien dentro de una relación y deciden, individualmente, experimentar nuevas emociones y sensaciones, que dicho de otro modo no es más que la odiosa infidelidad.
Y es que piensa bien, si alguien te quita a otro, en realidad lo está secuestrando y ¿ese no es el caso, cierto?, así que lo primero que tienes que hacer es dejar de restarle responsabilidad a tu pareja y entender que si está con otra persona, es porque eso es exactamente lo que quiere.
Sé que duele, claro que sí, pero en ocasiones, no queremos darnos cuenta de la realidad, de la monotonía, del aburrimiento que supone estar con nuestra pareja porque ya eso que llaman, la llama del amor parece haberse apagado. La conexión no está. La relación se ha enfriado.
Y es justamente, en ese momento en el que, por lo regular, aparece un tercer miembro en la relación o simplemente un día, alguno de los dos se cansa y dice «Hasta Aquí» y entonces, quien no estaba preparado para poner un punto final, queda con el fantasma de la incertidumbre.
¿Qué duele? Claro que sí ¿Que podrás superarlo? Por Supuesto ¿Que deben ser enemigos declarados desde entonces? No tiene por qué ser así.
De hecho, he atravesado dos separaciones importantes en mi vida y aunque fueron por causas muy distintas, hoy en día puedo perfectamente sentarme a hablar de una manera cordial y educada, incluso, cariñosa, con ambos.
Ellos son los padres de mis hijos, pero además fueron personas con quienes compartí momentos muy importantes de mi vida y en definitiva, no los quiero fuera de ella aunque no formen parte de mi día a día.
Y esto no quiere decir que hay sentimientos de otro tipo que no sea un cariño amistoso y como ya dije antes, una relación cordial con ellos. Lo que quiere decir es que no estoy dispuesta a pasar lo que me resta de vida ignorando a dos personas a quienes amé, a quienes les dí hijos y que como humanos, tuvieron errores y aciertos como yo misma los he tenido.
¿Y si son tóxicos?
A ver. Vivimos en un mundo que no solo es acelerado y cambiante, sino en el que además, por pereza o por practicidad, se le pone nombre a todas las emociones y caracteres de las personas tratando de en una palabra, conceptuar un comportamiento.
De allí surgió la frase o palabra que está muy en uso y que se refiere como tóxicos a personas que no concuerdan con nuestras ideas o que tienen un comportamiento distante al nuestro.
Sin embargo, todo es relativo y lo que para unos puede ser tóxico, para otros no y eso dependerá de tu propio comportamiento, tipo de relación y manera de enfrentar la vida.
Lo que si hay y abunda en este tipo de finales, son personas que se niegan a aceptar que su relación ha llegado a su fin y que entonces, empiezan a tener comportamientos obsesivos e incluso peligrosos.
Si ese es tu caso, entonces no podría sugerirte que sigas teniendo una relación, ni siquiera cordial con alguien que pone en riesgo tu integridad física o emocional, pero eres tú quien conoce el caso, así que si tu pareja no ha sido una persona abusiva, si no te ha faltado el respeto, si no busca hacerte daño ni quebrarte en cualquier aspecto, no veo por qué no pueden tener una relación cordial.
Así que eso lo apliqué cuando mis relaciones terminaron y aunque una fue un poco más complicada que la otra, finalmente, también pasó el dolor, la tristeza y la decepción que un día sentí.
Y ¿Qué me encontré? Pues con la negativa a dejar que mi vida fuera gobernada por resentimientos y emociones destructivas, así que paulatinamente, la comunicación fue mejorando y como había respeto y hubo amor, hoy en día somos capaces de hablar sin gritar, sin recriminar y en especial, de entender que hay hijos que no merecen crecer viendo a sus padres en una guerra constante e infinita.
Para mí, tóxico es alguien que no logre entender que la relación terminó y que sigue, sin reparo, intentando buscar culpables o soluciones a algo que ya no tiene ni pies ni cabeza.
Y lo digo porque en mi paso por este mundo, he visto personas humillarse, rebajarse, suplicar e incluso, suicidarse por el hecho de no entender que quien fue su pareja ya no quiere estar con ellos.
Es una situación bastante difícil para quienes no logran percibir que el final de una etapa no tiene por qué ser tan traumático si realmente entiendes que las personas no nos pertenecen y que estar con alguien que sabes que no quiere estar a tu lado, es peor que el mismo hecho de que se vaya.
Una buena amiga que después de 20 años de matrimonio se divorció luego de una infidelidad de su pareja, hizo todo lo que según mi criterio, no debe hacerse y aún, después de 8 años de separados, sigue batallando con sus demonios y haciendo que la vida de su ex sea un infierno en cada oportunidad que tiene.
Según mi criterio, no es él quien está perdiendo el tiempo. Al contrario, salvo los días en los que ella hace que a él no se le olvide que existió (de muy mala manera), él está tranquilo.
Pero ella, sencillamente no tiene paz ni sosiego, nunca, a pesar de tener una vida en la que en apariencias, todo está bien.
Verla así me resulta muy lamentable, sobre todo porque soy de las que piensa que la vida es un ratito que en cualquier momento termina y qué lamentable que el de ella se vaya en odios, rencores y resentimientos. Su veneno está con ella día y noche y la única perjudicada es su alma.
Lo que debes entender es que tu ex no es un bebé inocente que fue seducido por el lado oscuro de la vida pero tampoco es el demonio que quieres hacer ver para victimizarte, porque entonces, ¿Cómo es que lo quieres de vuelta? ¿Por qué quieres hacerle la vida imposible?
Quienes usan la lógica, saben que el tiempo y las energías las pierde quien luego de una circunstancia, decide hacer todo mal, por impulso, por inmadurez, por inseguridad y yo le sumo además, por falta de autoestima.
¿Los mejores amigos?
No te estoy diciendo de ninguna manera, que si alguien es malvado en su comportamiento contigo, trates de convertirte en su mejor amigo. Nada que ver.
Lo que te digo es que, una vez superado el dolor y la tristeza, puedas ser capaz de mirarle sin sentir odio, tristeza ni nostalgia, porque solo así sabrás que eres una persona emocionalmente inteligente y que logró el dominio de sus emociones a través de la razón y la lógica.
Pero ojo, debes tener mucho cuidado con lo que realmente quieres, porque si tus intenciones son recuperar la relación u olvidar a esta persona porque aún no te sientes en capacidad de mirarle sin sentir, entonces, esta no es una buena idea para ti, por lo menos, ahora.
También es importante que sepas que este tipo de comunicación no va a ser lo mismo que cuando eran pareja. Se trata más bien de llevar la vida en calma y de ser capaces de mirar a quien fue en algún momento tu amor, como una persona que aunque ya no está en tu vida, merece el mismo respeto que te brinda.
Una vez le pregunté a una pareja de ancianos cómo se veían el uno al otro. Ella me respondió que lo veía con el mismo respeto y amor que en sus primeros días. Él, por su parte, dijo que ella siempre fue su amiga y que en ese punto, la veía como a una hermana.
Lo que no sabía yo en ese momento y con esa pregunta cuyas respuestas me produjeron ternura, es que ella, luego de eso, con más de 80 años de edad, decidió separarse de quien fue su compañero por más de 60 años. ¿La razón? ella sentía que él la había dejado de amar hacía muchos años atrás pero no tuvo el coraje de dejarla y entonces, la convirtió en una amiga. Una que ella no quería ser.
Tiempo después volví a visitarla y me al preguntarle sobre lo ocurrido me dijo, palabras más, palabras menos, que los amigos no tienen hijos ni se acuestan en la misma cama.
Fui infeliz yo y fue infeliz él aunque nunca nos faltamos el respeto. Hubiese preferido que me dijera eso hace muchos años porque a lo mejor, podría haber encontrado a alguien que de verdad me amara.
Y de esa oportunidad, y de esa experiencia, hablo en muchas ocasiones porque estar con alguien que no te ama, que no desea tocarte, que no disfruta una conversación contigo, que te hace sentir soledad aún en su presencia, debe ser el castigo más grande que puede sentir un ser que se precia de humano.
Así que en algún momento, luego de separarte de tu ex, te darás cuenta de que lo mejor que podía pasar, pasó y que aunque hubo un fin, también para ti hay un nuevo comienzo, un cambio, una realidad que te merece con el mejor ánimo y actitud.
Cuando entiendas esto, entonces sabrás que lo que ocurrió con tu ex no es más que una liberación, que probablemente, no hayas pedido pero que necesitabas, así que aunque al principio las cosas pueden estar tensas y doler, te recomiendo tratar de llevar la fiesta en paz, es decir, aceptar con calma para que no te hagas daño.
No con esto te estoy diciendo que no vivas tu dolor, tu tristeza y tu duelo, pero sí que no pierdas tiempo tratando de entender situaciones que ya ocurrieron y que hoy te muestran una realidad distinta y que mientras con mayor prontitud afrontes, más beneficioso para ti será.
Cuando miras a la persona que ha vivido contigo todo este tiempo y lo encuentras como un humano capaz de cometer errores y aciertos, tal vez, la visión te cambie y puedas, desde tu amor propio, aceptar la armonía y la cordialidad en tu vida.
Pero esto, piénsalo porque tal vez no todos merecen esa oportunidad y si es este tu caso, entonces, déjalo pasar para que esté fuera de tu vida lo más pronto posible.
Cuando hay hijos de por medio
El llevar una sana relación con tu ex, en el caso de que existan niños de por medio, es una de las mejores decisiones que pueden tomar ambos, tras una ruptura de la pareja.
Claro está, si esto no interfiere con tu seguridad y bienestar, pues hay casos en los que definitivamente, no es posible si quiera una cortesía.
Pero si este no es tu ejemplo, te recomiendo entonces que entiendas que durante toda su vida, tu y tu ex serán los padres de ese o esos niños, por lo que llevar una comunicación de perros y gatos no es lo más aconsejable.
Eviten usar a los niños como canales de comunicación entre ustedes y traten de entenderse como adultos, sin tener que volver añicos la tranquilidad y la vida de sus hijos, quienes por cierto, ya cargan en su vida con una primera ruptura que los marcará por siempre y de la que no son culpables.
Ellos podrán saber la situación pero es bueno que ambos les hablen y les expliquen que aunque ya no vivan todos juntos, ambos le seguirán amando y siendo responsables de su cuidado.
He visto núcleos familiares que se han descompuesto y en los que se asume que los niños ya saben lo ocurrido y aunque así sea, es importante que se tomen el tiempo de explicarles para que su angustia no sea mayor, especialmente cuando son muy pequeños.
El hecho de que ustedes hayan decidido separarse no tiene por qué hacer que sus hijos vivan un martirio ni que tengan que elegir por alguno de los dos. Tú y tu ex, seguramente, son las figuras de mayor admiración para tus niños, así que no le quites esa imagen hablándole mal de tu ex, porque una cosa es la relación que tuvo contigo y otra, la que tiene como padre o madre.
Incluso, si después de la separación, tu ex decide no tener contacto con tus hijos, no les hables mal de ellos. Deja que el tiempo pase y ellos evalúen el comportamiento de la otra parte. No seas tú quien juzgue, no seas tú quién envenene el espíritu de la sangre de tu sangre.
Siempre digo que cada uno de nosotros sabe exactamente cuál es su realidad y con qué tipo de personas está lidiando, así que este artículo no escapa de esta premisa. Solo tú eres capaz de saber sí puedes o no, dependiendo de los términos en los que haya terminado tu relación, mantener la cordialidad con quien ha estado en tu vida por mucho tiempo.
Quiero que quede claro que no tengo estudios de psicología y todo lo que escribo se basa en mis experiencias tanto personales como las que por observación, he atestiguado.
Para mí, vivir en paz y en armonía, no tiene que ver con otras personas sino contigo mismo, así que si tu decisión es no volver a ver a tu ex en la vida, pues tus razones tendrás y si eso te hace feliz, bien por ti.
Si por el contrario, piensas que tienes la madurez emocional necesaria para continuar manteniendo comunicación de vez en cuando sin que esto implique una recaída que te dejará con más dudas y desasosiego que con paz, entonces, adelante.
En lo particular, así como he vivido la experiencia de poder sentarme con mis ex a discutir un tema en paz, también hay alguno que otro personaje al que decidí sacar de mi vida de raíz y, en todos los casos, mi bienestar fue la primera opción, así que ya sabrás tú en que posición te encuentras y si merece la pena alguna de estas alternativas para ti.
Para finalizar, te dejo un artículo que escribí hace unos meses y que trata sobre la dependencia emocional y cómo salir de ella.
Excelente,sabes que siempre quise tener esa clase de relacion cordial con el papá de mi hijo,lo intente de muchas maneras por el bienestar de él, al final no ocurrió porque el decidió ausentarse de su vida,ya con eso sí yo no podía,pero creeme que me hubiera gustado que mi hijo al menos hubiera contado con su presencia, hoy en día no tengo idea de dónde está pero no le odio no siento rencor, al contrario gracias a él tengo el amor más grande,mi hijo.y en mi vida tengo un ex super especial, más de veinte años que fue lo nuestro y jamás hemos perdido comunicación,y cuando nos vemos las charlas son exquisitas ,hay risas y muchas veces me llama cuando tiene alguna cosa que contarme, hay ex que como tú dices no quiero volver a ver,pero es hasta bonito el nivel de amistad que puedes llegar a tener con una persona que en un momento de tu vida amaste.
Lamentablemente, no podemos obligar a nadie a querer ni a asumir una responsabilidad. Lo bueno es que a pesar de lo que cuentas, no percibo rencor en tus palabras y eso habla de la sinceridad con la que trataste de que esa relación amistosa se diera. Me alegró leer tu comentario por este medio Lia
Ya no hay rencor,en un momento si lo hubo porque al yo terminar la relación sentía que él me había castigado alejándose de mi hijo, de hecho el mismo me lo dijo,a mi hijo lo afectó porque compartió como hasta los tres años con él,pero luego entendí que simplemente fue decisión de él y no mía el no querer seguir presente en su vida,todo lo que nos ocurre en la vida y no lo sanamos termina destruyendo a la persona más importante: nosotros mismos… leí por ahí que odiar a alguien es tomarse un veneno y pretender que sea otra persona la que muera esto es cierto,nada mejor que quedarse con lo bueno y con lo bonito al final nosotros somos los beneficiados y a la larga nuestros hijos también, debe ser patético para los hijos tener unos padres transmitiendo esos sentimientos tan negativos…y gracias también me agrada leerte saludos y bendiciones gracias por compartir estas experiencias.
Felicitaciones Luciana por este acertado análisis de cómo lograr una buena relación en parejas que un día se amaron, pero el destino los separó por alguna causa. Aplausos y espero le sea útil a muchos en estas circunstancias.
Un afectuoso saludo
Maruja, gracias por tomar el tiempo de dejar un comentario. Realmente lo aprecio y me alegra que resonara en ti la información de mi artículo,
Un abrazo