Mi Hijo es Gay: ¿Cómo afrontar esta realidad?

Todos los padres del mundo, o al menos, quienes amamos y somos responsables de nuestros hijos, soñamos con su felicidad, incluso, si tenemos que dar nuestra propia estabilidad e incluso, vida, para mantener la de ellos.

Juramos amarlos, respetarlos y hacer lo posible para que sean felices, pero ¿qué pasa cuando sus decisiones chocan con los sueños que hemos proyectado para su vida? ¿Qué ocurre cuando lo que deciden no es lo que vemos como «normal«? ¿Qué pasa si un día te dice que es homosexual? ¿Pensarías lo mismo?¿Lo amarías igual?

A medida que pasan los primeros años de sus vidas, nos vamos percatando no solo del carácter de nuestros niños, sino además, de que a pesar de criarlos y educarlos según lo que nos parece correcto, ellos tienen una personalidad que se irá definiendo con el paso de los años.

Sin embargo, en ocasiones existen experiencias qué como padres, no sabemos cómo manejar y esto nos lleva al límite de nuestras propias existencias, pero además, también nos conduce por caminos que no queremos o no estamos preparados para recorrer.

El tema de la sexualidad en los niños hoy en día, es mucho más libre de hablar que en la época de mi abuela, por ejemplo, pero esto no quiere decir que no sea difícil que uno de nuestros hijos nos confiese que es gay.

Hoy, alentada por una experiencia cercana, me decido a escribir sobre este tema que no muchos pueden entender desde las raíces de quien lo vive. ¡Comenzamos!

«Mamá, soy gay»

La frase anterior es una de las más duras que pueden escuchar los oídos de una madre o padre, especialmente cuando se han desenvuelto en toda su vida dentro de un entorno conservador y si además, no se ha dado cuenta de lo que ocurre con su hijo o hija.

Hace un tiempo, justo para el cumpleaños número 12 de mi hija, uno de sus mejores amigos le confesó entre lágrimas que era gay y ella, que ya lo imaginaba por su comportamiento afeminado, entró en shock, ahí, en medio de su fiesta de cumpleaños.

Ese día ella me dijo que sentía pena por su amigo, por todo lo que se le venía encima, así que decidió apoyarlo en cada decisión porque el niño, de su misma edad, además ya se lo había confesado a sus padres y éstos, se negaban a aceptarlo.

Obviamente, mi hija estaba furiosa con ellos. No entendía su comportamiento sino el sufrimiento de su amigo, quién estaba muy seguro de su preferencia sexual aún y cuando no había tenido contacto sexual alguno con otros.

Le expliqué, en medio de mi sorpresa por saber la valentía del niño ante sus padres, que como adultos, en ocasiones, nos negamos a ver más allá, incluso de lo evidente, porque esa situación es dura y difícil de afrontar para quienes no tienen las herramientas para hacerlo.

El tema llegó hasta ahí pero, hace unos días, completamente indignada, mi hija, que ya tiene 15 años, me hizo escuchar unas notas de voz en las que su amigo lloraba inconsolable luego de una discusión con sus padres debido al tema de la homosexualidad.

Él, es sumamente inteligente, aplicado, respetuoso y en general, un buen muchacho. Sin embargo, sus padres le dicen que su comportamiento afeminado, en especial cuando están en público, les avergüenza, situación que los hace discutir y tiene a este chico sufriendo un verdadero infierno.

El tema de la orientación sexual, que algunos también lo llaman preferencia, no es más que quién me gusta o atrae desde el punto de vista erótico o afectivo. 

Como ya sabemos, la «normalidad», siempre ha sido que se establezcan relaciones heterosexuales, pero lo primero que voy a decirte es que no es anormal quien tiene una orientación sexual con preferencia hacia personas de su mismo género. Tampoco es una enfermedad. Más bien es la diversidad que existe de preferencias. Es una elección.

«Yo no quise esto»

Tengo un amigo gay, a quien por cierto, adoro. Un día mientras hablábamos, me confesó que en su infancia y adolescencia se castigaba severamente porque creía que lo que le ocurría era un pecado y que iba contra la naturaleza.

Él me contó, entre lágrimas primero y luego, desbordado en carcajadas, que esos primeros años, cuando luchaba en contra de sus instintos, se obligaba a ver mujeres y a querer sentir atracción sexual hacia ellas. Incluso, trató de intimar con algunas pero no pudo conseguir más que su rechazo hacia la humanidad de estas mujeres.

Entonces, la depresión jugó en su contra y se acentuó con la presión que sus padres ejercían sobre él debido a su carácter afeminado, el cual asegura, trataba de esconder unas veces con más éxito que otras.

Tuvo varios intentos de suicidio hasta que un día, decidido, asumió contarle a su madre la razón de su depresión y ella, entre lágrimas le dijo que ya lo sabía y le pidió perdón por no haberlo alentado antes a salir del clóset.

Con su padre, la relación fue mucho más tensa, pero finalmente, éste terminó aceptando la realidad y aunque hoy es un ser humano con igual cantidad de conflictos que todos, al menos está feliz de haberse librado de las odiosas preguntas familiares sobre sus planes de boda.

Recuerdo que en esa conversación que tuvimos, muchas veces me repitió las frases: «Nadie quiere ser marica» y «Yo no quise esto», para dejarme claro que no era una decisión suya, sino más bien la respuesta de su cuerpo hacia los estímulos «equivocados».

La verdad, es que no creo que sean estímulos equivocados. Creo que cada quién nace siendo de alguna manera y así como hay una diversidad de gustos físicos, también existe esa diversidad en lo que se refiere a los gustos u orientación sexual.

Sentí pena por el sufrimiento que supuso su niñez y adolescencia porque nadie merece ser juzgado por sus preferencias y estoy consciente además, de que muchos madres y padres con hijos homosexuales, justamente quieren evitar el sufrimiento que llega con esta revelación.

Porque sí, soy muy consciente del sufrimiento que supone caminar en contra de lo establecido por las normas y leyes de una sociedad, especialmente en el tema de la homosexualidad, el cual aunque muchos movimientos de apoyo tiene alrededor del mundo, sigue siendo un tema tabú del que no muchos padres quieren hablar.

Afortunadamente, y a pesar del libertinaje y de ciertas actitudes irracionales de grupos extremistas, hoy en día contamos con mucha información al respecto y en especial, con centros de apoyo psicológico que nos dan bases para enfrentar estas realidades, no solo a los padres si no a los hijos.

Con mi hija me costó más

Otra amiga, a quien adoro, también pasó por esta situación con sus hijos no una sino, dos veces, pues dos de sus cuatro hijos tienen preferencias homosexuales. Sin embargo, sus casos no son iguales y por supuesto, ella no los tomó ni reaccionó de la misma manera.

Me contó que a su segundo hijo, siempre le vio comportamientos que, le indicaban a ella como mamá, cual sería su orientación y por eso, cuando él cumplió 18 años, ella lo alentó para que dejara de esconderse y de una vez por todas, asumiera su sexualidad.

Me dijo que le había pedido perdón muchas veces ese día, e incluso, el día que me lo contó, lloró recordando todo el sufrimiento de su hijo antes de decidirse a salir del clóset.

Ella, lo sabía pero tenía miedo de tener esa conversación con él, pues muy en el fondo, deseaba estar equivocada, pero además, respetó sus tiempos y confianza. Sin embargo, así como se había dado cuenta de su orientación, también se había percatado de su tristeza por sentirse pensar que le haría daño a su familia.

Luego de que el muchacho, reveló su preferencia sexual, la alegría volvió a su rostro y hoy en día tienen una relación genial.

Sin embargo, no fue así con su hija, quien hasta los 12 años aproximadamente, se vistió de niña, jugó muñecas y al cumplir 14 le informó que era transgénero y que realmente, lo que más deseaba era convertirse en un varón.

Mi amiga, ha sufrido muchísimo porque aunque respeta la decisión de su hija, hoy en día con 18 años, no la acepta aún. De hecho, cuando su hija comenzó su tratamiento hormonal, estuvo muy triste.

«Mi hija se murió y estoy viviendo ese luto», me dijo hace poco mientras me contaba que ya la niña se cambió el nombre por uno de hombre y que no solo su apariencia es completamente masculina sino que eliminó de casa cualquier recuerdo de su niñez como niña.

Y es que según me cuenta, el cambio de su hija nunca lo vio venir, así que aún llora desconsolada cuando me cuenta algo en relación con ella, como sigue llamándola pues aunque comprende todo lo que ocurre, se dice incapaz de referirse a quien sigue siendo su niña, como un él.

¿Qué Hacer?

Muchos querrán decirte qué hacer en estos casos, pero la verdad es que solo tú, de acuerdo a tu nivel de conciencia, sabrás con exactitud cómo afrontar este tema con tu familia. Y es que al fin y al cabo, solo ustedes saben la manera de llevar su dinámica familiar y comprenden los caracteres de sus hijos.

Sin embargo, a manera de recomendación y como madre que entiende a la perfección lo difícil de vivir esta situación, puedo decirte que si sientes que esta realidad te supera, busques ayuda profesional para que puedan superarlo sin heridas ni maltratos.

De igual manera, puedo decirte que nuestros hijos, salieron y se formaron de nosotras y no hay manera de simplemente no querer que sean felices aún a pesar de nuestros deseos y expectativas.

Hace un tiempo leí un escrito que me resonó muchísimo. Se refería a una madre a quien le preguntaron si estaba de acuerdo con el aborto, a lo que ella respondió que no, pues la vida debe respetarse desde la gestación. Entonces, le preguntaron su opinión sobre la homosexualidad y dijo no estar de acuerdo.

Finalmente, la persona que la entrevista le dice que un nuevo estudio detecta la homosexualidad desde el embrión, así que le hace una tercera pregunta en la que le cuestiona si sabiendo que tendrá un hijo homosexual, se decidiría a abortar. Su respuesta fue negativa.

Obviamente. el estudio sobre la homosexualidad y el embrión, es falso pero la mujer no lo sabía y en su reflexión posterior dijo que sea lo que decidan ser o hacer tus hijos, nunca dejarás de amarlos.

Me gustó mucho ese escrito pues resonó con lo que pienso sobre la maternidad. Incluso cuando nos dicen que estamos embarazadas, muchas pensamos en el sexo del bebé y aunque sintamos afinidad por uno o por otro, cuando éste llega, nos alegramos y los amamos igual sin importar su sexo.

Algo, más o menos parecido ocurre entonces cuando crecen, pero esta vez con la sexualidad. No dejan de ser nuestros hijos por tener preferencias sexuales que no son las que queríamos para ellos. No son menos hijos, ni deben ser menos amados, porque al final del día, la mayoría de nosotras oramos y pedimos al universo por su bienestar y si algo les pasara, moriríamos por ellos.

Como ya lo he dicho antes, esta es una situación que tal vez a unos les resulte más fácil de asimilar que a otros, sin embargo, desde la tolerancia, el amor y el respeto, todo es posible si pensamos que finalmente, la sexualidad se disfruta dentro de cuatro paredes y no es ella quien habla de lo que somos como seres humanos.

Por ejemplo, tengo amigos gay que se han ocupado de la manutención y crianza de los hijos de sus hermanos o de otros allegados y con esto no solo demuestran que tienen más responsabilidad que algunos heterosexuales, sino que no condicionan el amor y respeto que pueden sentir hacia otros.

Claro está que hay casos de casos, pero lo que quiero que se entienda es que una persona no es buena o mala por su preferencia sexual, o por raza y mucho menos por su sexo, sino porque decide serlo y eso, es lo único que a mí, como ser humano, me interesa.

Otra de las cosas que te recomiendo es que evites poner tus necesidades y prejuicios por delante de las de tu hijo. Ciertamente, hay culturas, sociedades y entornos mucho más conservadores que otros pero piensa bien y pregúntate si el duelo que estás llevando por la confesión de tu hijo tiene más que ver con tus expectativas que con el respeto que tienes de su individualidad.

Tener un hijo homosexual no es el fin del mundo. De hecho, como padres es nuestro deber respetarles antes que nada, así que entiende que esto no es una decisión que él o ella tomó para hacerte daño a ti, es más bien su naturaleza real expresándose y nadie en este mundo debería sentirse triste, avergonzado o humillado por querer ser quién es.


Recuerda que la sexualidad no se elige sino que se descubre y especialmente, recuerda que nadie decide por quién va a sentir atracción, así que ya es muy difícil para los hijos tener que explicarle a sus padres que tienen gustos que rompen el patrón de lo «normal«, como para también tener que sentirse tristes o molestos porque sus papás no lo aceptan.

Si piensas bien, ninguna persona heterosexual anda por la vida diciéndole a los demás cuáles son sus preferencias sexuales. Simplemente, viven y ya y esto, justamente, no sucede con la mayoría de los homosexuales, quienes deben pasar su vida teniendo que explicarle a los demás, con quien se van a la cama e incluso, algunos, teniendo que ocultarlo por miedo al rechazo.

Si este es tu caso, apoya a tu hijo o hija. No a medias, no esperando que algún día «se le quite», porque eso no va a suceder. Lo que sí puede suceder es que tu hijo por amor a ti, decida llevar una vida de mentiras en la que terminará depresivo y triste por sentirse incapaz de ser amado y respetado debido a su orientación sexual en lugar de como hijo y ser humano.

Recuerda que el amor, siempre será amor y es hora de que muchos nos quitemos todos esos prejuicios terribles que en lugar de acercarnos como humanidad, terminan alejándonos más del propio concepto del amor.

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20 thoughts on “Mi Hijo es Gay: ¿Cómo afrontar esta realidad?”

  1. Me encantó tu artículo. Me tocaron los mejores compañeros gay cuando estudié arquitectura 😬 y aunque mi esposo es arquitecto y tuvimos 3 varones, hasta ahora hetero, siempre nos atemorizaba si alguno nos decía algo sobre otra preferencia. Y también tengo una ahijada que ahora es ÉL. Duro proceso, pero es feliz. Mis 3 hijos tienen entre sus amigos y amigas con estas preferencias a los que quieren y frecuentan, lo procesan tan normal, que asombra!
    El amor no muere, y el cariño y el afecto de y por aquellos amigos siempre nos recordaba que no eran monstruos sino seres sensibles e incondicionales en amistad y lealtad. Saludos

  2. Hola. Te sigo en Twitter(aunque tu no a mi, jeje); pero lo que queria comentar es que hace poco mi hija, quien acaba de cumplir 13, me dijo que era gay, que le gustaban las mujeres. En lo personal, la conozco desde que nacio y sus primeros 9 años estuvo conmigo, y su comportamiento NUNCA me indico esa inclinacion(OJO: en mi juventud estuve incolucrado en actividades donde habian personas gays, y llegue a tener amistades con ellos). Lo que quiero decir es que reconozco cuando una persona tiene esas inclinaciones. Mi hija se mudo a Colombia con su mama(quien tiene problemas de adiccion), su abuela y una tia. Con el tiempo me di cuenta que NO la atendian debidamente, dejandola HORAS al frente de un celular. Yo la llevaba a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias, donde somos miembros y ella, antes de irse, era una jovencita temerosa de Dios y practicante de los principios cristianos. CREO que el descuido y la falta de interes por parte de su familia materna, unido al hecho que empezo a tener contacto con amigas que practican danza folklorica con ella,donde es possible encontro niñas con esas inclinaciones, la «convencieron» que ella «ya era asi desde niñita», segun me dijo. Confieso que me choco la idea;pero le dije que ella es una hija de Dios(Como todos), y que la amaba porque es mi hija, aunque no estoy de acuerdo. Aun estoy en el proceso….a veces me molesto, otras me entristezco, y otras oro por fortaleza y sabiduria para manejar la situacion y no alejarla…..

    1. Hola Yuri, buenas noches. He leído tu comentario y solo puedo recomendarte, como madre, que ya no busques culpables, al menos no de esta situación. Entiendo cada una de tus palabras, sin embargo, quitarás un peso a tu alma si dejas de buscar razones. Las decisiones de los hijos, sí, pueden estar influenciadas por terceros, pero finalmente quienes toman la decisión son ellos y de ahí parto cuando digo que reforzar la confianza, el autoestima y la seguridad de los hijos, es lo que los hará enfrentar al mundo. Esa es nuestra verdadera responsabilidad, porque solo así estaremos seguros de que, independientemente de la orientación sexual que tengan, serán seres humanos de provecho para el mundo y no, parte de los aprovechados.

      1. Gracias por tu reflexion….si ayuda….muchas gracias. Tienes mucha razon….la amo, por dos razones:es mi hija, y ademas una hija de Dios….El hara su parte…el amor todo lo puede…

        1. El amor de los padres es el más grande que experimentaremos en la vida, me alegra saber que tu hija cuenta con el tuyo sin condicionamiento. Gracias por tu comentario, me alegró encontrarlo.

          Un abrazo

  3. Mi hijo también lo es, hoy tiene 52 años y es UN EXCELENTE HIJO, SOBRINO, HERMANO, TIO, PRIMO, NIETO (cuando sus abuelos estaban vivos, aunque nunca lo supieron), en ese momento mi esposo tampoco lo sabía. Hoy aún le cuesta, no aceptar a su hijo, que nunca lo rechazó aunque si le impactó la noticia, el asunto es que igual sigue siendo homofóbico. ¿Qué si me costó?, sí, me costó y fui a un Psicólogo muy eminente de mi ciudad y fueron tantas las barbaridades que me dijo que no volví.

    1. A veces vamos con las personas equivocadas pero me alegra saber que pudiste percibir que no te estaba ayudando y saliste de ahí. Me alegra tu nivel de entendimiento, de tolerancia y en especial, el amor con el que respaldaste su confesión.

  4. Que maravilloso leer tu artículo estimada Luciana. Tiene tanta pero tanta verdad en cada uno de los párrafos que negar lo contrario es caer en una ignorancia supina. La elección de ser o no ser gay no es cuestión de que un día te levantas y le dices a tus afectos !oops! amanecí gay o heterosexual. Tal cual como lo expresa la mamá que en el fondo de su corazón sabía que su hijo es gay pero cómo le costó aceptarlo que al final sigue siendo su hijo amado. Pues bien, la cuestión es apoyar y aceptar a nuestros afectos incondicionalmente en su camino, porque ya bastante la han pasado fatal por temor al que dirán, el porqué no has tenido novia(o) mira que el tiempo pasa y se te pasa el tren, total un sin fin de preguntas incómodas para el que está pasando un momento de confrontación de si mismo.

    1. Eso es lo que siempre comento, ya bastante mal la han pasado castigándose ellos mismos como para también formar parte de sus tristezas e inseguridades por intolerancia. Me alegra leerte

  5. Que buen artículo no es solo necesario, pero también oportuno especialmente en una época en donde el tabú implica que, dependiendo del lugar personas tan buenas como cualquier otra arriesgan sus vidas por expresar libremente una preferencia de la cual ellos no tienen ningún control.

    De ahí la importancia de educar y aplica para todo tema incluyendo condiciones como síndrome de Down. Lo menciono porque de niña visite casas en donde niños como yo vivían enjaulados pues sus padres sentían vergüenza. Se les trataba como animales y como tal se comportaban, afortunadamente hemos evolucionado, aunque aún nos queda mucho por recorrer.
    Personalmente opino que marginalizar a otros solo por estar en desacuerdo con sus preferencias sexuales, equivale a violentar los derechos humanos.

    1. Hay altos niveles de homofobia en todo el mundo, pero también hay muchos que han entendido que la sexualidad de cada quien debe respetarse. Uno de mis mejores amigos es gay y está en Argentina. Dice que no volverá a nuestro país porque no podría estar tomado de la mano de su novio sin saber que será el foco de atención, burlas y humillación. Aunque me duele saberlo, sé que tiene razón.

  6. Excelente artículo, muy controversial en la actual sociedad, sin embargo, además de respetar la <> sexual de cada cual, pienso que es un tema de una larga y nutrida discusión de diferentes foristas, donde se puedan debatir las diferentes aristas sobre el tema
    Reiteró la excelencia de su artículo, pero, habría que analizarlo, desde la época de nuestros abuelos, hasta la época actual, donde además de la “aceptación social” se quieren imponer derechos y obligaciones que colindan en algunos aspectos sociales y culturales. Tema de muy amplia notoriedad .
    Mis afectuosos saludos y respetos

    1. Entiendo tu comentario y creo que la base de todo siempre será el respeto, que lamentablemente, se ha desvirtuado con la presencia de grupos extremistas que hacen bulla. Me alegró encontrar tu comentario. Feliz noche

  7. Gracias Luciana, por escribir con tanta naturalidad sobre un tema tan álgido para la sociedad a pesar del siglo y los tiempos que vivimos.
    Siempre que reflexiono sobre esto vienen a mi mente ideas como estas…ningún hijo heterosexual necesita conversar y mucho menos preparar a sus padres para contarles acerca de su preferencia sexual…¿por qué un hijo homosexual si debe hacerlo?
    ¡El amor simplemente es diverso!

    1. Siempre me ha chocado eso. A la par, también quienes en los últimos tiempos han querido vender la homosexualidad como una condición especial para ganar ventajas. Eso también est´´a mal según mi óptica. Pero repito lo que tantas veces he dicho, es el respeto la base de todo.

  8. Excelente observaciones Luciana. Cuando entendemos que la homosexualidad es algo normal en la naturaleza animal (demostrado científicamente en muchos documentales de alta gama) comprendes entonces que es una posibilidad en el ser humano… que te tocó cerca? Acéptalo y deja fluir en gratitud. Lo importante es ser feliz como lo desea tu Padre creador.

    1. Justamente pensaba en eso. Hay homosexualidad en el mundo animal pero no está permitida para el ser humano por reglas dictadas por los hombres. Entiendo que la naturaleza es sabia pero también debemos serlo nosotros con tolerancia y respeto.

  9. Gracias, gracias, gracias por tan bien expuesto el drama que viven los gays . Realmente muchas veces la pasan muy mal por la intolerancia de la mayoría. Si embargo, puedo ver que las nuevas generaciones son mas amistosos y aceptan de mejor grado a los » diferentes» y entiendo que no debe ser fácil para la mayoría de los padres aceptar tener un hijo o hija homosexual.
    Y en el caso de transgeneros, creo que los prefiero como nacieron y que sean lo que quieran, pero con su carga xy o xx.
    Bueno. Me encantó su artículo. Gracias. Gracias, gracias.

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