Terminaste una relación y necesitas saber: ¿Cómo Liberarte del Recuerdo de tu Ex?
Comercialmente hablando, solo hay un motivo que venda más que el amor y es justo, el desamor. Infinidad de canciones, obras, poemas y cuánto usted pueda imaginarse han puesto a esta emoción como protagonista y es que sí, el desamor no solo vende sino que si nos ponemos a analizarlo desde el punto de vista emocional, también duele, ahoga y cambia la vida.
No hay nada más complejo en este mundo que las relaciones humanas pues cada uno de nosotros tiene, como todo, un punto distinto de ver la vida y de vivir las emociones que siente, así que a medida que vamos desarrollándonos como personas, también lo hace todo ese cúmulo de conocimientos y sentimientos que, equivocados o no, traemos dentro.
Terminar una relación sentimental, la mayoría de las veces deja a alguno de los dos miembros de la pareja con el corazón roto y en los casos más dramáticos, a ambos, pero cuando se decide poner fin a un capítulo de tu vida, pues definitivamente hay que afrontar las consecuencias porque por algo terminó esa relación.
Pues bien, hay muchas personas que no saben lidiar con estos sentimientos de pérdida y que siguen viendo a sus ex como el amor de sus vidas, no importa lo que haya pasado entre ambos, así que la tristeza, el luto y la nostalgia ligada con recuerdos, comienzan a escribir una historia de tragedia y dolor para quienes quedan amando solos.
Todos alguna vez pasamos por esta situación y si no todos, al menos una inmensa mayoría y sí, definitivamente, el desamor duele, pero me gusta pensar que son otros los motivos que nos llevan por la calle de la amargura cuando terminamos una relación y quedamos con el corazoncito roto. Hoy hablaré sobre este tema y ¡Comenzamos!
¿Qué es lo que duele?
Cuando finaliza una etapa de pareja, no todos reaccionan de la misma manera pues cada caso se desarrolla de un modo particular. Hay quienes lo afrontan divinamente y en pocos días o semanas, ya se han recuperado, pero hay otras personas que en serio, deben acudir a terapias para poder canalizar sus emociones y cerrar un ciclo que no les permite avanzar.
Siempre he dicho, a riesgo de que me llamen loca, que un despecho es la cosa más divina que hay y no porque me guste el dolor sino porque es una etapa que te hace reconectar con todas tus emociones y que como una montaña rusa, te lleva a pasear por ellas para entonces descubrir dónde y por qué es que duele tanto.
Además, al sentir todas esas emociones que van llegando una tras de otra, te das cuenta de que estás vivo y que te duele, sí, no hay duda, pero aprendes con ese dolor a sentir, a vivir, a expresar y de hecho, a activar tus conexiones.
No sé si en todos los casos se produce igual, porque estoy dando una opinión muy personal de lo que pienso respecto a este tema que me ha tocado vivir en varias oportunidades pero al que siempre, le saco lo mejor que puedo.
Obviamente, cuando me ha tocado experimentar el desamor, ha sido doloroso pero afortunadamente, nada traumático que no haya podido controlar después de todas las acciones que he tomado y que algunos pudieran llamar locura temporal.
Sin embargo, sé que no todos afrontan sus finales de la misma manera y por ejemplo, me ha tocado lidiar con amigos, familiares y conocidos que sí que la han pasado bastante mal luego de un rompimiento.
No sé por qué siempre, quienes me conocen y pasan por una situación así me buscan para contarme sus historias y pedir consejos, lo que hago gustosa cuando el tiempo me lo permite, pero entonces ya sabrás que tengo muchas anécdotas qué contar.
Por ejemplo, una buena amiga a quién su esposo dejó luego de 20 años de matrimonio (siempre son 20), lloraba y se quejaba de la infidelidad de él, de lo desastroso que estaba siendo todo y de lo que había aguantado con la finalidad de mantener su hogar.
Yo la miraba y escuchaba en silencio. Ciertamente, me contó situaciones muy duras que no entiendo cómo soportó por tantos años, incluído maltrato físico y emocional pero aún así, ahí estaba llorando por la pérdida de este señor que tan mal la había hecho sentir.
Una vez que escuché repetidamente (y cada vez más asombrada), buena parte de lo que quiso drenar en ese encuentro, le pregunté qué era lo que extrañaba de su ex. «Todo» me respondió entre lágrimas.
Entonces, enumeré todos y cada uno de los maltratos y humillaciones que me había contado y fui, uno a uno, preguntándole si extrañaba eso. Su respuesta fue negativa, obviamente.
Quise entonces, preguntar lo contrario. ¿Era amoroso? ¿Dedicado? ¿Te hizo sentir amada? ¿Tomaba en cuenta tus sentimientos y emociones? ¿Valoraba tu tiempo, tu humanidad, tus esfuerzos? ¿Compartían una rutina fuera de casa? ¿Te sentías especial junto a él? ¿Al menos había buen sexo? y así, muchas otras preguntas que obtuvieron un «No» rotundo como respuesta.
¿Entonces qué es lo que extrañas? pregunté, solo para encontrarme con su confusión emocional, que finalmente y aunque sea por un momento, le hizo entender que de esa relación tormentosa lo único que lamentaba haber perdido era ese hogar roto que por fuera, era perfecto para los demás.
Sí, esta amiga vivía un matrimonio por conveniencia social. De esos que aguantan todos por la negativa de divorciarse. De esos que soportan humillación, golpes, tortura, infidelidad y quien sabe cuántas situaciones más, solo para que su entorno familiar y social no se entere de que en realidad, es una unión fracasada.
El Sacrificio No es Amor
Así hay miles de historias de sacrificio en las que una de las partes, sirve de apoyo total para una relación que tiene idealizada y que así de perfecta, existe solo en su mente.
Y una de las cosas que debes entender es que el sacrificio no es sinónimo de amor, o al menos no como yo lo veo. Una cosa es vivir situaciones que entre dos se sostengan y otra muy distinta, que para que una relación esté en pie, sea solo una de las partes la que está entregando, persistiendo, luchando, trabajando, sacrificando y dando todo para que así sea.
También, por supuesto, hay quienes defienden el matrimonio o las relaciones, diciendo que el amor es sacrificio, entrega y otro pocotón de conceptos que particularmente, prefiero no incluir en mi historia personal.
Y es que se busca romantizar el dolor, el sacrificio, como si esto significase que quien ama debe soportar todo tipo de majaderías, de conductas violentas y de situaciones distorsionadas, solo porque en efecto, ama.
Recuerdo el caso de un señor que se unió a una muchacha de menor edad y que me dijo que eran absolutamente felices, pero que ella, luego de mudarse con él y su hija, cambió.
Él hasta entonces, había sido un padre soltero y esta muchacha, llegó a asumir el rol de la madre dentro de ese hogar. Sin embargo, la diferencia de edades era bastante y con eso él justificó que ella no estuviera preparada para asumir las riendas de la casa, así que cuando ella terminó la relación, él decidió comprarle un apartamento y después, un carro para que no corriera peligro usando transporte público.
Cuando me contó esto, ya mis alarmas tenían rato prendidas pero él seguía diciendo que la situación había mejorado un poco y aunque en ese momento no vivían juntos, él sabía que las cosas iban a cambiar.
Para resumir la historia, ella lo dejó definitivamente una vez que se graduó en la universidad que él pagó. Se quedó con el apartamento y el carro y le puso una orden de alejamiento pues él, reaccionó bastante mal cuando ella le dio la noticia de que ya no quería estar con ellos.
Cuando me habló de los sacrificios que hizo y de cómo la amaba, yo solo veía ahí control y manipulación, los cuales usaba discretamente para evitar que ella lo dejara, pero obviamente, en su mente, esa era la manera en la que él la mantendría a su lado.
Además, usó a su hija y a los sentimientos que esta había desarrollado por su ex, para tratar de que existiera un acercamiento, lo cual me molestó al punto de tener que decirle que quien estaba causando más dolor a la niña era él y no ella.
Cuando todo pasó, cuando él dejó de idealizar ese amor que pasó de ser una relación sentimental a una de conveniencia, entonces, comenzó a ver todas las fallas y por supuesto, a sentirse rabioso y apenado de su actuación.
Ahora, hay otro punto que me parece más importante y es que me pregunto si eso que hace llorar a muchos y que les duele en el alma, como dicen, es realmente amor porque de verdad yo dudo que alguien pueda amar a quien le agrede, le minimiza y le violenta. Por el contrario me parecen más relaciones de dependencia emocional que otra cosa, pero eso se lo dejo a los expertos.
No puedo obviar que no todas las relaciones terminan por causa de infidelidad, maltratos o por motivos negativos. Hay algunas que deben terminar por distanciamientos, porque alguno de los dos debe alejarse o por cualquier otro motivo que no implica que hay un comportamiento negativo en alguno de los dos.
Esos son los casos más duros porque debes explicarle a tu mente y a tus emociones que no te equivocaste, que estabas con alguien que te amaba tanto como tú lo hiciste pero que definitivamente, ya no pueden seguir juntos y entonces, se producen en nuestro cerebro cualquier cantidad de preguntas que no sabemos cómo responder.
Siempre digo que la racionalidad va de la mano con la madurez y sí, claro que duele, pero es importante que entiendas que la realidad está presente para que la vivas y que aunque no existan explicaciones lógicas que te hagan doler menos, así debía pasar y lo que vives es exactamente lo que debes afrontar por lo que es bueno que le des un cierre a esa situación, pues de lo contrario seguirá afectándote por tiempo indefinido.
El Amor Empieza en Ti
Tal vez suene a frase trillada de tarjeta de auto ayuda, pero es así. Cuando no te quieres, no te respetas, no te valoras como ser humano, tiendes a querer acaparar la atención del otro y confundes esto con amor y no, de ninguna manera lo es.
He visto casos terribles de manipulación en el que la persona que fue «abandonada«, usa a los hijos, las mascotas, los bienes materiales y en fin, se vale de cualquier artimaña para tratar de mantener a su lado a alguien que ya le ha dicho que no quiere estar y que de hecho, en algunos casos, ya se ha marchado.
Entonces me pregunto ¿Por qué querría yo estar al lado de alguien que no me ama? Y para ponerlo más sencillo, ¿Por qué querría estar yo al lado de alguien que no desea estar conmigo? Creo que peor que el desamor o el final de una relación, es estar con alguien que sabes que está contigo solo porque te inventaste mil motivos para que se quedara.
Otro de los casos que evidencian una falta de autoestima tremenda es por ejemplo, el de aquellos que manipulan con enfermedades, depresiones e intentos de suicidio porque con esto creen que asegurarán que su ex decida volver a su lado, creando así un entorno de ansiedad terrible que de ninguna manera terminará en amor por parte de quien ya nada siente.
Peor que sentir desamor, definitivamente, debe ser, sentir la lástima de quien ya no te ama.
Pienso que cuando decimos que sufrimos por amor, lo hacemos en primer lugar porque nuestras creencias sobre este sentimiento han sido erróneas y pensamos que podemos amar para toda la vida a alguien cuando la verdad es que no sabemos ni siquiera qué va a pasar mañana.
También solemos pensar que el hecho de amar a otro de la manera en la que pensamos que es correcto, hace que obligatoriamente, esa persona tenga el deber de sentir lo mismo por nosotros y no es así.
El amor es un sentimiento, que se basa en emociones, por lo tanto, nace, se desarrolla, se transforma y en muchos casos, termina. La decisión de amar, esa ya es otra cosa y habla más del querer quedarse por motivos como paz, bienestar, armonía, respeto, que de sentimientos en sí.
Si no entiendes que el amor sano es digno, si no has podido aplicar en tu vida la dignidad personal, entonces, no puedes sentir ni expresar amor por otra persona, así que tal vez, lo que te está doliendo de tu separación no es que ames al otro sino que no te amaste tú y quieres tapar eso de alguna manera dándole a otro la falta de compromiso que has tenido contigo mismo.
Sin embargo, también hay que entender que no todo duelo es racional, y sí, lo llamo duelo porque el proceso de separación muchas veces así lo representa para nosotros, aunque, la verdad es que no se le ha dado un nombre en ningún área que no suene tan frío como divorcio o separación, así que prefiero llamarlo duelo o rompimiento, porque ciertamente, nos deja rotos.
Lo que implica el hecho de que este proceso esté alejado de nuestra capacidad de razonar, es que terminamos tomando decisiones equivocadas que en muchas oportunidades arrastran entonces nuestra dignidad, nuestro amor propio y por ende, dilatan el final del proceso.
¿Cuánto dura? Es cuestión de cada quien pero lo que sí puedo decirte es que es importante que dejes pasar el tiempo que necesites para sanar, que no lo apresures, que te des espacio para analizar y sentir tu dolor porque de eso dependerá el resultado.
Empezar desde Cero
Sea cual sea tu caso, hay algo que debes entender y mientras más pronto lo hagas, mejor para ti y es el hecho de que cuando una relación termina, todo lo que hagas debe beneficiarte a ti directamente.
He conocido casos en los que la parte afectada comienza guerras en contra de su ex, sea por el motivo que sea, y todo eso no es más que una demostración de desespero, de terquedad y de querer permanecer en contacto con quien ya no quiere estar a su lado.
No hagas eso. Siempre le recomiendo a las personas que me solicitan apoyo entender que ya no hay nada qué buscar y que de hecho, si pueden lograr el contacto cero, permanezcan así.
Si se te quedaron las llaves, los discos, las maletas; si por el contrario fue el ex quien dejó algo en tu casa, deja que el tiempo pase y olvídate de eso, bótalo, envíalo con alguien pero no pongas esos objetos de excusa para hablarle y buscarle. Mantén tu dignidad, enfócate en tu vida, en vivir tu dolor, en conectarte con tus emociones, con tus sentimientos, en renacer, pero especialmente, en amarte.
Todo lo que hagas que sea porque estás motivado por estar y sentirte bien contigo mismo. Nada te hará tanto bien como el hecho de amarte, de emerger desde tus cenizas luego de reconocer tus demonios e inseguridades. Trabaja en tí mismo y aunque se lea repetitivo ¡Quierete!
Hay un punto en este tema que me encanta y es el hecho de todo lo que se aprende cuando una relación termina, porque en efecto, aunque a duras penas sepamos qué es lo que queremos en esos momentos, bien claro nos queda qué es lo que no queremos.
Entonces es ahí cuando comienza el proceso de conectar con nosotros mismos, de establecer límites de lo que aceptarás o no en una nueva relación, de lo que estás dispuesto o no vivir al lado de alguien y eso, créeme que es una verdadera joya.
Es que resulta que los seres humanos podemos tener cierto nivel de tolerancia con lo que no hemos vivido y no conocemos pero, sabemos exactamente que es lo que no queremos y cuando una relación termina y sentimos que dimos y «aceptamos» tanto, entonces nos enfocamos en lo que no volveremos a permitir.
Por cierto, en este punto de lo que aceptamos, hay un poco de doble moral, pues resulta que lo que no te gusta, lo que no te parece válido, no debe estar en tu vida, pero por ejemplo, he visto casos de personas que cedieron ante alguna situación que no consideraron correcta poniendo como excusa al amor.
Y no, no está bien. Obviamente, habrá ocasiones en las que podamos ceder un poco ante alguna situación que no represente una fractura para nuestros valores, pero caso contrario, es inadmisible y habla más de ti que de la persona que está contigo y eso, quien debe revisarlo y sanarlo eres tú.
Cada etapa que vivimos, que nos duele y de la que luego salimos airosos, nos deja una enorme carga de sabiduría con la que estaremos entonces, deshaciéndonos de capas, puliendo nuestra existencia y mejorando, indudablemente como seres humanos.
Y si no me crees, piensa en todo eso que has aprendido a lo largo de tu vida y de lo que puedes exhibir orgullo y respóndete a ti mismo, ¿cúanto de eso aprendiste por experiencia propia luego de una situación que te causó dolor?
Porque sí, el ser humano se forja entre el amor y el dolor y de esa polaridad, no podemos escapar.
Saber cuando retirarte, saber cuando seguir intentando, precisar lo que deseas o no en tu vida, escoger con sapiencia lo que tendrá o no tu atención, eso definitivamente, es parte de la sabiduría que vamos acumulando con el paso de los años y de las situaciones que atravesamos y superamos.
El desapego, la liberación, el conocerte a ti mismo, el saber qué estás dispuesto a tener en tu vida y qué no, eso, no cualquiera lo logra y ahí radica la importancia de que te conozcas, que en esos procesos de duelos dejes de victimizarte y no solo reconozcas tus errores y dejes de justificarlos, sino que además seas capaz de enmendarlos, de sanarlos, de superarlos y de continuar tu camino.
De una vez te adelanto que ese despertar, ese conocimiento de ti mismo, probablemente haga que muchas personas se alejen de tu camino y esto es porque cuando sabes exactamente lo que no quieres, ya no lo permites y entonces, comienza la decantación.
Lo bueno es que así como muchos se van, otras personas que vibran en tu misma energía y sabiduría, se van acercando a ti y entonces, un nuevo ciclo habrá empezado en tu vida.
¿Qué hago si no puedo olvidar?
Primero debes entender que no vas a olvidar, se trata de intentar reiniciar tu vida. Los seres humanos no olvidamos así como si estuviéramos arrancando una hoja de un libro y acabando con ese capítulo.
Y cuando te digo asumir es hacerlo con todas las acciones que se deben en el caso. Sin llamadas, sin mensajes, sin esperanzas, sin ir a aterrizar a la mesa de algún vidente, brujo o hechicero que te saque el dinero y que te diga que ese amor va a renacer.
Y esto te lo digo muy en serio porque hay quienes piensan que con magia van a resolver sus asuntos sentimentales y lo que consiguen es alargar su agonía y llenarle los bolsillos a un montón de farsantes que se aprovechan del estado de vulnerabilidad de otros para crear esperanzas infundadas y créeme, no necesitas esperanzas, de hecho, eso es lo que menos necesitas, porque la persona que estaba contigo ya no está y ese es el hecho al que debes aferrarte.
Nadie te quita a nadie y no hay brujería más grande que el amor, así que olvídate de que alguien les hizo un hechizo para que se separaran y métete en la cabeza que si ya no están juntos es porque esa persona ya no te ama y eso, aunque duela, es lo único que debes entender.
No hay amores postergados, ni boicoteados, no hay magias ni ofuscamientos, no hay confusiones ni estados de embelezo, lo único que hay es gente que te ama y que no te ama y si estás aquí, no pretendo decirte mentiras ni acolchar tu realidad.
Sea cual sea la etapa de desamor en la que te encuentres, por favor no olvides que tu dolor te duele solo a ti y que si tu relación terminó, al menos debes conservar la dignidad y el orgullo de salir airoso de esa situación que entiendo es muy amarga.
Pasarás por altibajos, por momentos en las que parece que das vueltas en círculo, pero créeme que aún cuando sientas que no estás avanzando, sí lo estás haciendo, solo que esos cambios no siempre se perciben externamente.
Olvidar a tu ex no se si sea posible, porque finalmente, uno nunca se olvida de las personas que para bien o para mal, han sido importantes en nuestras vidas. Lo que sí tienes que tener claro es que sí puedes rehacer tu vida y que por supuesto, también puedes vivir perfectamente sin esa persona.
Recuerda además que no sé porque extraña razón, la mente nos hace recordar los buenos momentos justo cuando estamos atravesando un proceso de separación pero además de eso, el pensamiento comienza de una manera que tortura a buscar señales que te hagan recordar los momentos felices que viviste al lado de esa persona.
Lo que debes hacer entonces es reconocerlos como parte de tu pasado pero además, por cada momento feliz que recuerdes, trae a tu mente todo aquello que también fue desagradable, que te hizo sentir mal, que no tienes disposición de volver a aceptar y usa eso como un recurso de emergencia que te mostrará las dos realidades de tu relación. Así podrás equilibrar objetivamente tus recuerdos.
Hay una tradición japonesa que me gusta mucho recordar y que se basa en unir las piezas de cerámica que se rompen, las cuales son restauradas y cada parte es unida no solo con pegamento sino además, con oro.
Te cuento esto porque metafóricamente hablando, si te has roto en mil pedazos hay dos opciones: que sigas destruido y destruyéndote con recursos inútiles que no harán que cambies tu realidad, o construirte nuevamente usando ese oro que no es más que tu amor propio, el aprendizaje y la sabiduría que has obtenido de tus procesos y que segura estoy que te dejara al final, con más valor del que tú mismo creíste que tenías.
Mostrar las heridas no nos hace más débiles, sino que por el contrario exhibe el resultado de la belleza de alguien que logró salir adelante aún a pesar de lo que fuera que tuvo que atravesar, así que cuando pienses que no podrás salir de tu situación actual, mira tus cicatrices y que ellas te llenen de fuerza para seguir adelante.
Es importante y no es la primera vez que lo digo, que quienes sientan que no pueden salir adelante solos, busquen ayuda profesional porque estoy convencida que es ese acompañamiento el que sin lugar a dudas, podrá proporcionarles herramientas para evolucionar en sus es.
Dejame saber en los comentarios qué opinión tienes de este tema y cómo has superado tus rupturas.
Just testing.