Señales de Ángeles: Una Forma Celestial de Comunicación

¿Alguna vez te has encontrado con una pluma en un sitio al que no tienes idea de cómo llegó? o ¿simplemente caminando por la calle ha aparecido alguna señal que esperas justo frente a ti y ha sido tan potente el momento que no has podido ignorar su presencia?

Entonces déjame decirte que, si lo has estado pidiendo, lo más probable es que un ángel trate de darte una señal, pues existe toda una creencia y teoría de que los ángeles tienen muchas formas de comunicarse contigo y responder por medio de señales a tus peticiones o a las situaciones que estás viviendo, así que déjame hablarte un poco de éste tema.

Claro que a algunos les parecerá superstición, pero realmente, hay quienes creen en estas señales con tanto ahínco que han creado códigos con los que podemos descifrar incluso, por los colores de plumas que encontramos, cuáles son esos mensajes que quieren darnos nuestros guías y protectores universales.

Se cuenta por ejemplo, que entre las formas de comunicación usadas por estos seres, se encuentran los sueños, las horas espejo, las «coincidencias» y por supuesto, las plumas.

Es bueno que sepas además que todos los mensajes que dejen los ángeles son para tu beneficio. Ellos tratarán de darte respuestas positivas y hacerte saber que están presentes en tu vida para prevenirte o alentarte ante una situación determinada en la que has, o no, pedido apoyo celestial.

Como soy fiel creyente de que el universo es infinito y va mucho más allá de lo que podemos percibir con nuestros sentidos, entonces, hoy estaré hablando de este tema que me encanta y ¡Comenzamos!

¿Quienes son los ángeles?

Empezaré diciéndote que los ángeles son seres espirituales poseedores de las energías de amor y luz más puras que existen en el universo. De hecho, están considerados como los seres de mayor frecuencia vibratoria de toda la creación.

Ellos trabajan, por llamarlo de alguna manera, a la disposición de la voluntad de la Divinidad y son considerados guardianes en nuestra vida, solo que como su energía es tan fina, no podemos entonces percibirla como lo hacemos con cualquier otra.

Y es que su frecuencia vibracional está en una muy distinta a la del ser humano común y corriente pero, aunque esto sea así, permanecen a nuestro lado durante toda la vida y por supuesto, se comunican con nosotros a través de señales muy particulares que algunos, han aprendido a identificar.

El punto es que ellos, tratarán de comunicarse contigo para darte respuestas y muestras de su presencia y esto lo lograrán a través de sueños, de canciones, en mensajes canalizados, por medio de las llamadas descargas espirituales o incluso, por medio de inspiración muy directa. De esa manera te harán saber que están cerca de ti.

Si piensas en un ángel, supongo que lo primero que se te vendrá a la mente es un ser alado y es justamente de esas alas desde dónde vendrán esas plumas que llegarán a ti, sin que sepas de dónde vienen, para dejarte saber que están al tanto de tus circunstancias, pensamientos, sentimientos e intenciones.

Si no eres creyente de este tema, no te cierres a él porque por algo has llegado hasta aquí y sí, hasta un escrito de internet puede ser una señal para ellos transmitirte alguna respuesta.

Si por el contrario, si crees en ellos, sabrás entonces que debido a que el común de los seres humanos están alejados de su presencia, ellos de alguna manera intervendrán en tu realidad para darte sus señales, muchas de las veces, a través de sus plumas, las cuales por cierto, aparecen en los lugares menos pensados.

Mi Historia con los Ángeles

Hay personas que hablan de casualidades y existen otras que, como yo, declaramos que éstas no existen en el universo como sí lo hacen las realidades que están conectadas y que van formando el tremendo puzzle que es la vida de cada uno de nosotros.

Ya en varias oportunidades he hablado sobre la muerte de mis padres y de mi amado hermano pero la historia que te voy a contar, aunque los involucra, sé que tiene que ver más con la comunicación angélica que con las energías de mis parientes fallecidos.

Hace unos años, luego de varios sucesos que ocurrieron en mi vida y en medio de una terrible situación económica, me encontraba bastante deprimida. Ese día dejé a mis hijos en el colegio y fui a la casa de mi hermana a esperar que ellos salieran de sus clases.

Sin embargo, estando ahí, sentía un ahogo tremendo por todas las cosas que habían ocurrido y que continuaban sucediendo en mi vida. Las muertes de mis familiares, de mi mascota, la situación económica, la separación de mi pareja, entre muchas otras circunstancias que me tenían bastante alterada.

Recuerdo que decidí irme de la casa de mi hermana y bajé rápidamente las escaleras sin dar muchas explicaciones de mi inesperada partida. Llegué a mi carro y apenas entré en el, exploté en llanto.

Me recosté en el volante y seguí llorando como una niña, me sentía huérfana del amor y los consejos de mis padres, de su presencia, de la siempre oportuna palabra de mi hermano que ya tampoco estaba. Me sentí sola en el mundo, como si todo lo que me rodeaba se convirtiera en ese momento en un inmenso cuadro negro en el que me sofocaba. Me sentí pequeña, diminuta, desvalida y no era eso lo que debía ser. Fue un momento muy intenso de dolor y realidad.

Mis padres y yo siempre tuvimos una conexión y relación muy especial con la música. De hecho, mi padre tenía una voz estupenda y tocaba majestuosamente la guitarra, el cuatro, el tambor y el bongó, así como la güira. También mi hermano lo hacía y mi madre, bueno, ella me enseñó a amar la música desde adentro.

Recuerdo que pensé en ellos y de inmediato dije a viva voz y hablándole a ellos como si me escucharan: Por favor, si están aquí, si ustedes me oyen, si están conmigo, por favor usen la próxima canción que suene en la radio para decírmelo.

De inmediato me incorporé, encendí el carro y prendí la radio. Eran horas del mediodía y la música que por ley debía sonar en las estaciones era popular. Sin embargo, escuché algunas publicidades y de inmediato oí los acordes de una canción que empezaba. No era música nacional. Sonaban otro tipo de notas y éstas, nunca antes los había escuchado.

La melodía siguió y de inmediato, comenzó la letra. Era una canción de Mariana Vega, que después de buscar en una aplicación de música, supe que pertenecía a ella y que se llamaba Contigo.

Cuando escuché la letra de la canción, mis lágrimas no dejaban de salir. Entendí a la perfección el mensaje que había pedido pero además y como si ya no fuera poco esa muestra de que sí estaban ahí conmigo, la canción en la estación de radio se repitió tres veces, una detrás de otra.

Tuve que, en medio de la vía, estacionar mi vehículo para ponerme a salvo de cualquier accidente porque mi cuerpo temblaba, mi corazón parecía estallar y mis lágrimas, no dejaban de salir.

Fue un momento tan profundo, tan mágico, tan increíble que pasé de estar absolutamente triste y abatida, a sentir una especie y extraña mezcla de amor incondicional y profundo con alegría y adrenalina.

Comprendí perfectamente lo que había sucedido. Había recibido una respuesta divina. De ellos, a quienes considero mis ángeles, pero también de ese Ángel de la Guarda exclusivo en el que creo y me apoyo en los momentos de mayor reflexión.

Desde entonces, comencé a vivir una nueva etapa en la que, a pesar de lo que ocurra, entiendo que no estoy sola, que vaya donde vaya y sea lo que sea que viva, esta protección divina me acompañará hasta el último de mis días.

Mi vida entonces se dividió en un antes y un después de ese instante en el que en medio de la carretera, entendí que realmente, los ángeles me escuchaban y desde entonces, no han parado de darme respuestas.

¿Cómo reconocer sus señales?

Tú y solo tú sabes qué es lo que estás viviendo y cuáles son esos deseos que no te atreves a contarle ni a tu almohada, así que de seguro y sin caer en apofenias, sabrás reconocer si algo que hay en tu alrededor te está dando esa señal que esperas.

Hay numerosas formas en las que los ángeles pueden comunicarse contigo, bien sea mediante patrones de números, horas espejo, canciones, plumas que aparecen sin que puedas explicar cómo, luces que parpadean cuando estás pensando en algo en particular, monedas, respuestas que escuchas de conversaciones que no son contigo pero hacen estallar una idea, entre muchas otras.

Incluso, puedes experimentar sensaciones físicas como sentir su presencia, escuchar melodías angelicales en tu cabeza, ciertos olores, brisas repentinas sin que existan corrientes de aire e incluso, en las nubes cuando puedes encontrar figuras de ángeles en ellas.

Hay muchísimas más maneras, pero entre las más conocidas se encuentran los códigos numéricos, las plumas, destellos de luz y música.

Significados de las plumas por color

Como ya te dije, encontrar plumas es una de las señales que se asocian con la presencia y protección de tus ángeles y dependiendo del color que éstas tengan, estarán guiando su respuesta. Te dejo los significados de éstos para que puedas compararlos si te está ocurriendo.

  • Blanca: Significa pureza, espiritualidad, esperanza, protección y paz. Significa que tu ángel guardián te acompaña y está contigo en todo momento. También asegura la proximidad de períodos de paz y tranquilidad en tu vida.
  • Negra: Muchas personas sin saber su significado, suelen temer a este color o tomarlo como una señal de mal augurio, pero es todo lo contrario. Las plumas negras nos hablan de un despertar espiritual que comienza, nuevas etapas, sabiduría mística y también nos previene de las malas energías que nos pueden estar rondando.
  • Blanca con negro: Cambios importantes y balance. Sugiere que las nuevas realidades sean tomadas con calma y te asegura que lo malo es pasajero.
  • Rosa: Es muy rara de encontrar por lo que es un hermoso regalo de tu ángel. Habla de amor incondicional, de felicidad y puede augurar la llegada de un bebé a tu vida.
  • Café: Indica que la serenidad regresará a tu vida y te previene sobre el estrés. Además manifiesta salud y bienestar.
  • Gris: La paz está por llegar a tu vida
  • Azul: Tu espiritualidad está más fuerte que nunca. Confía
  • Amarilla: Indica que estás en un buen camino por lo que debes seguir confiando en tus acciones.
  • Naranja: Te alienta a poner en práctica tu creatividad pues estás por conseguir lo que quieres.
  • Roja: Indica amor y seducción, por lo que es posible que en este período, consigas el tuyo.
  • Verde: La suerte está de tu lado y la sanación que necesitas no tardará en llegar.
  • Café con blanco: La felicidad viene en camino
  • Pluma de Pavo Real: Tus finanzas mejorarán notablemente y estarás recibiendo dinero en los próximos días
  • Pluma de Paloma Negra con Gris: Tu ángel quiere que sepas que las cosas irán mejor de lo que actualmente están. Indica que nada está perdido.

Al hablar sobre ángeles, muchos creen que el suyo no los está guiando porque no pueden ver sus señales, pero incluso sin saber que las veas, ellos están presentes en tu vida aunque también es preciso explicarte que no participan en las decisiones que tomas. Simplemente están ahí para protegerte y guiarte.

A las personas que quiero mucho, a esos que considero mis afectos, siempre les recomiendo hablar con sus ángeles de la guarda, y aunque nunca lo hayas intentado y te sientas un poco descolocado escuchándote a ti mismo, es bueno que confíes en su presencia en tu vida y le cuentes sobre tus aciertos y temores.

Yo les recomiendo pedirles, no desde la desesperación cual si fuera una orden, porque ellos no están para servirte sino para protegerte incluso de ti mismo. Hablarles desde el corazón, desde la profundidad de tu mente y espíritu, pedirles guía para que tus realidades sean favorecedoras siempre para ti.

Yo, en lo particular, creo y confío en su existencia, que se llame ángel de la guarda, guía espiritual o universo, debe escucharte desde el agradecimiento y el amor, en lugar de desde la queja y el pesar.

Confía, porque solo desde la paz que genera la confianza, puedes comenzar a recibir las respuestas que tanto esperas y especialmente, la compañía de quienes eternamente velarán por el bienestar de tu paso por este mundo terrenal.

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