Las Moiras: Las Artesanas del Destino
En cada una de las mitologías de la humanidad existe una cantidad casi infinita de personajes que llaman nuestra atención porque cada uno de ellos nos lleva a pensar en ese proceso misterioso que fue la creación del universo y que a decir verdad, para mí tiene bastante encanto.
Pues resulta que estos personajes que según nos ha contado la historia, deciden nuestro pasado, presente y futuro, han tenido una representación en cada época, cultura, civilización y país, así que ya te imaginarás los cuentos e historias que de ellas han derivado.
En ese universo de seres mitológicos y mágicos, han existido estos personajes con capacidades y cualidades extraordinarias que desde las distintas mitologías, nos han hecho soñar, reír y hasta aterrorizarnos debido a sus historias y caracteres que nos han sido presentados en la actualidad, hasta donde nos alcanzaron incluso después de miles y miles de años de su aparición.
Aunque estas historias seguramente las estudiaste en tu época colegial, tal vez en ese momento solo pensabas en la calificación que te pondría un profesor y no prestaste mucha atención, pero hoy en día, y gracias a los hallazgos arqueológicos de runas, ciudades fantasmas y cualquier cantidad de vestigio de épocas pasadas, se ha creado un puente maravilloso que nos trae muchísima información sobre las historias de todos esos personajes fabulosos de las distintas mitologías.
Hoy hablaremos de las Moiras de la Mitología Griega, unos místicos personajes que tejían los hilos de tu destino sin que tú, alguien más o siquiera ellas mismas, pudiera interferir en el proceso. ¡Comenzamos!
Una Historia Griega
Lo primero que voy a decirte es que las Moiras son seres que pertenecen a la Divinidad y fueron creados para manejar el destino y transformar la vida de los seres humanos. Estas almas tienen poderes, fuerza y energía para hacer prácticamente, lo que quieran con tu vida. O eso es lo que dice su historia de la Mitología Griega.
Ellas son las creadoras de los destinos y en esencia tienen el poder de la vida, la muerte, el éxito, el fracaso, la felicidad, la suerte, el amor, el desamor y todo lo que pueda ocurrirle a todos los humanos que habitan en este planeta.
Sin embargo, lo segundo que voy a decirte sobre ellas es que su historia es un poco aterradora y hoy quiero narrarla para ti, justo como yo la he entendido y a manera de que puedas ir formando tu propio cuento en la cabeza.
Empiezo diciéndote que la historia de las Moiras comienza en el más absoluto de los caos. En un universo lleno de orden y desorden por igual, en el que las leyes regían de manera extraña y en el que las divinidades que hasta ese momento existían, tenían relaciones incestuosas, extraordinarias y medio extrañas con sus padres, hermanos e hijos.
Dentro de todo este Caos, que fue el padre de todo, apareció la noche a quien llamaron Nix y con ella, la oscuridad, a quien llamaron Érebo, que al parecer para los griegos no eran la misma cosa.
Y es que la oscuridad a la que hace referencia la mitología Griega es una especie de futuro. Ellos dicen que todas las noches no son oscuras, porque en la mayoría de ellas hay estrellas, hay luna y en concreto, algún rayo de luz. Sin embargo, la noche oscura de los Griegos era más que eso.
Bueno, para continuar con la narración, te cuento que Érebo y Nix, quienes eran hermanos e hijos de Caos, se unieron en uno solo, es decir, procrearon, y de esa unión nace Éter, que es la luz, lo puro, el brillo, lo que irradia, lo que es la luminosidad, y también tienen a Hemera, que es el simbolismo del día o lo contrario de la noche.
La cosa es que después del nacimiento de estas dos hijas, Nix decide separarse de Érebo, su hermano y ahora padre de sus hijas, pero cuando se va, deja a Hemera con él.
Ya contada esta historia que no podía dejar de mencionar, continúo con Nix y su viaje en solitario por el infinito universo en el que decidió andar sin Érebo.
Ocurre que Nix, tal vez fastidiada ya de tener tanto tiempo libre, empieza a mirar a los humanos y se da cuenta de que a estos seres les falta una cantidad de ayuda y dice: «Pues nada, ya que voy a estar por aquí y no tengo mucho qué hacer, me pondré a acomodarles la vida».
Así que ahí vemos a Nix, toda profunda y empoderada, dividiendo la noche, sin ayuda de sus descendientes ni tampoco de su hermano y padre de sus hijos, por lo que en un arrebato de «Yo puedo con Todo«, decidió entonces parir sola, sin ser embarazada por ningún varón. Esta Nix de verdad que se las traía.
Resulta que el primer hijo que nace de su Yo con Yo, fue un ser a quien ella bautizó como Moros, que vendría siendo entonces, el Destino. Pero luego se da cuenta de que Moros, o Destino, como prefieras llamarle, anda como muy suelto por el universo así que Nix no puede permitir que Moros ande solo, libre y sin control.
Es entonces cuando en otro arrebato de mamá controladora, Nix disfraza a Moros del Gran Ojo, que es un ser que lo sabe todo. Pero además de disfrazarlo, nuestra preocupada Nix crea además a las tres Moiras, que serían algo así como una especie de nanas que evitarían que Moros estuviera de realengo por el universo haciendo un yogurt de la vida de los humanos.
Entonces, nuestra multifacética Nix, engendra a las tres Moiras pues además, ya estaba algo paranoica y pensaba que si dejaba a Moros suelto, este se podría volver contra ella y el mismo destino se podría ir en su contra. Nix era inteligente y no lo pensó dos veces para cuidarse las espaldas.
Estas Moiras fueron llamadas: Cloto, Láquesis y Átropos y a través de su sabiduría, Nix esperaba que Moros se convirtiera en un poderoso elemento para la vida humana. Las Moiras conocerían los destinos de todas las criaturas humanas a través de él.
El Nacimiento de los Mil Dioses
Una vez que Moros estuvo con las tres Moiras, Nix analiza la situación y se da cuenta de que debe crear aún más complementos que ayuden la vida de los seres humanos, así que además de Moros y las tres Moiras, debían existir dos eventos específicos que cada personita que ella como toda una diosa, veía por ahí sin mucho qué hacer, debía tener seguro desde el día de su nacimiento.
Entonces, a Nix no se le ocurrió otra cosa que crear, engendrar o parir a unos gemelos a quienes nombró Tánato, que es el Dios de la Muerte y a Hipno, que es el Dios del Sueño. Este par de dioses, así como lo que representan, no pueden estar el uno sin el otro porque se funden y nunca se puede saber cuál es cuál.
Sin embargo, Nix piensa que sus recién nacidos hijos impedirán muy pronto la vida de la gente, por lo que habla con Moros y le explica que las personas necesitan más oportunidad antes de que inevitablemente, su querubín Tánato, llegue a ellos.
Claro que aquí vendría yo a pregúntarle a Nix: Y entonces, ¿Para qué los creaste? pero la verdad es que hay que darle sus méritos a la Diosa, que trató de emparejar la cosa antes de que fuera muy tarde para la humanidad.
La solución de Nix fue decirle a Moros (que ya sabemos que es el Destino pero te lo recuerdo), que como Tánato es inevitable y no hay oportunidad de retrasar ni evitar su llegada, le ayude para a través de Hipno, el gemelo del Sueño, hacer algo especial y darle un poco más de vida a la humanidad. ¡Tan Cuqui que es Nix!
Entonces, Moros, quien al parecer siguió el ejemplo de su madre, no tuvo otra idea que engendrar unos seres super especiales de la noche a quien llamó Óniros (los sueños), que por cierto es allí donde los magos, las brujas y todo el que trabaje con hechizos, actúa.
Estos Óniros, también tuvieron descendencia gracias a la voluntad de Moros, quien la verdad ya no sé ni qué papel cumple dentro del extraño árbol genealógico de esta familia. Lo cierto es que los óniros crearon (sí, siempre la solución era traer más dioses), a otros tres seres del sueño que son Morfeo, Fobétor y Fantaso.
- Morfeo, que es como el mensajero que trae la inspiración a las personas.
- Fobétor, que aparecía en los sueños de los dioses y humanos con forma de animal, se dice que con la finalidad de devorar los sueños y que además tiene la capacidad de manipular, capturar, modificar o encarcelar los sueños
- Fantaso, que es el encargado como de animar los sueños a través de elementos de la naturaleza que provocan fantasías, que nublan la razón y crean confusión entre lo real y lo ficticio para producir alteraciones con las que transmuta los destinos de las personas a través de los sueños y finalmente, es el que nos transporta a lo que no queremos ver.
Estos tres querubines son presencias fantasmales, por lo que a Moros se le ocurrió la idea de pedir permiso para que éstos pudieran dar anuncios y profecías a través de los sueños, lo que nuestra querida Nix entonces, le permitió, así que de esta manera los hijos de los Óniros se convirtieron en murciélagos del pensamiento que aparecen como sombras oscuras en los sueños. ¡Qué considerada esta Nix!
Por su parte, Átropos, que es la Moira de las tijeras que corta la vida, no logró encontrar una simpatía más grande que la de Tánato, el Dios de la Muerte, de quien se hace muy amiga y empiezan a ser muy cercanos. Diría el dicho, Dios los cría y el diablo, los junta.
Moros y Nix, que ya tenían una relación más cordial al parecer, deciden entonces mirar mejor las cosas del destino y empiezan a hacer lo que solo ellos saben hacer bien: crear más seres.
Así nació Esis (Dolor), que es quien manifiesta el sufrimiento. Se dice que cuando sientes cosas que te hacen daño es porque las Moiras se han juntado con Ezis.
Luego nace Ápate, que es la personificación del Engaño, y así empieza el mundo a arder porque se forma la triada más difícil del mundo de Moros: Ezis, Ápati y Ker (que es la perdición), se juntan y empiezan a provocar desastres en la vida de la humanidad.
Como si ya no fuera suficiente, Nix decide que los seres humanos no pueden vivir para siempre porque solo los seres divinos tienen esa posibilidad, así que se idea un plan para poner límite a la vida humana.
Y es que Nix comenzó a pensar que si la moira Lákesis, sí, la de las tijeras que cortan el hilo de la vida, era benevolente con algunos humanos y los hacia vivir por muchos años, Tánatos no podría actuar y tal vez, se aburriría y eso era lo que menos ella, que estaba tan ocupada, quería.
Pues entonces, ¿Qué hizo Nix? ¡Exacto! Ella dijo: A mí nadie me va a superar, así que tuvo otra hija a quien llamó Geras y que representa la vejez. Sin embargo, Nix nuevamente se preocupa y habla con Moros y le cuenta una teoría medio extraña en la que según piensa, algunos pueden utilizar a Geras para que la gente no envejezca rápido cuando es joven y bella y así lograr que Tánatos la deje vivir mucho tiempo.
Entonces, Moros, a través de Nix, crea a Némesis, que es el Castigo Divino que todas las personas deben recibir cuando alteran la vida, cuando hacen daño y cuando actúan bajo las sombras de Ápate, que como recordarás es el Dios de la Traición y el Engaño.
Luego nace Evis, que es la Diosa de la Discordia entre todos los seres humanos y como no tenía con quien juntarse, pues ella escogió nada más y nada menos que ir de la mano con Láquesis, que es una de las Moiras más complicada de toda la Mitología y justamente la que pone fin a la vida humana.
Al saber que casi todos los seres oscuros eran sus hijos, Nix entonces vuelve a crear y en un aparente estado de buena vibra, nace Filotes, que es la Diosa que representa la amistad, la ternura, la sinceridad, la lealtad y la hermandad.
Luego, Nix sigió procreando dioses a diestra y siniestra y así nacieron Momo, que es el Dios de la diversión, de la alegría, del relajo, de la locura y también las Hespérides, que son las hijas del atardecer y que la verdad, no son tan tiernas como Filotes, pues gustan de hacerse pasar por hombres, mujeres y niños y cautivar el alma de los humanos.
Por último, y yo creo que algo cansada de ver a esa cantidad de Dioses creados que la verdad, parecían causar muchos problemas, Nix, la noche, crea a su último hijo, y vaya que estaba cansada porque si algo debemos pedir los humanos es que éste hijo nunca llegue.
Y es que Ker y Moros se unen, y de esta peculiar unificación de lo que simbolizaría la perdición y el destino, se forman Keres, que son miles de millones de espíritus del inframundo y cuando salgan, será el momento en el que todo lo creado volverá al caos en el vientre de Nix. Los Keres son los espíritus de la destrucción y de la muerte de absolutamente todo en el universo.
¿Y qué pasó con las Moiras?
Después de que cada uno de los dioses se ubicara, las moiras continuaron dirigiendo las vidas de los seres humanos. Tanto así que se dice que el mismo Zeus les tenía respeto y temor, aunque ese es un asunto que no está aun bien definido pues cada uno cuenta la historia a su manera.
Lo que si puedo decirte es que este relato que has leído es una de las muchas versiones pues, para algunos otros autores estas divinidades que controlan nuestro destino son hijas de Zeus y de la diosa Temis.
Sin embargo, otros autores concluyeron que en efecto, las Moiras son las hijas de Nix, la Noche, y esta teoría se basa en los poderes y atributos que tenían y que estaban por encima del poder de los dioses, lo que entonces las convierte en hijas no de Dioses sino de titanes como en efecto lo es Nix.
En esta teoría, ellas mismas serían titanes y, por lo tanto, capaces de ir más allá del poder de los mortales e, incluso, de los inmortales.
A ellas también se les conoce como las hilanderas, porque son las encargadas de tejer el destino de cada uno de los hombres, e incluso, de algunas deidades. El hilo de la vida sería entonces, una representación general del desarrollo de la existencia de cada ser humano.
Aquí te explico la función de cada una de ellas tanto en la vida, como en la muerte de cada individuo:
- Cloto, era la hilandera encargada de extraer la hebra de la vida de las criaturas recién llegadas al mundo.
- La función de Láquesis, por su parte, era la de aportar la suerte con su vara con la cual medía la longitud del hilo de la vida de cada quien, predestinando con esta herramienta cómo sería la vida de cada ser humano.
- Átropos, finalmente era la más inexorable e inevitable de todas, pues era quien hacía girar la rueca de la vida y llegado el momento, la cortaba, lo que representaba la muerte para la persona.
Algunos textos antiguos de la mitología griega concluyeron que en efecto, Zeus tenía la última palabra en una infinidad de aspectos del destino de los hombres pero, incluso el dios más fuerte del Olimpo no tenía la última palabra frente a quienes vivían y quienes morían.
Y quienes sí tenían ese poder eran definitivamente, las Moiras, quienes lo usaban para lograr sus inevitables cometidos. De hecho, frente a ellas Zeus solo podía honrar, recompensar y castigar, pero no tenía conocimiento del destino ni sabía cómo iban a ser sus finales. No controlaba el nacimiento ni la muerte. Esta competencia era exclusiva de las Moiras.
Como verás, incluso los Dioses tienen quien les haga sentir temor y es bastante curioso descubrir que estas hilanderas, Moiras, parcas, destino o como prefieras llamarles, fueron las que lo hicieron sentir en Zeus.
Como te dije al principio, las distintas mitologías recogidas a lo largo y ancho del mundo, nos traen historias muy curiosas acerca de la creación del mundo y no sé que pensarás tú ni en cuál de todas creerás, pero es bastante curioso, al menos para mi, saber que en distintos continentes las personas tuvieron referentes que, aunque con otros nombres y ligeras variaciones, cuentan con bastantes coincidencias en una época en la que, no existían medios de comunicación y ni siquiera se sabía que al otro lado del mundo, también había un mundo.
Cuéntame en los comentarios que te pareció este artículo y especialmente, si te gustaría que siguiéramos explorando otros personajes de las Mitologías y de ser así, ¿Cuál de ellos sería?
I enjoy how you imbue your writing with personality. It feels like we’re having a charming chat.
Thank you. It’s a pleasure to read your review
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