Fantasmas: ¿Qué tan reales son?

Cada uno de nosotros ha escuchado o sabido, al menos, una vez en su vida de alguna historia en la que espectros o seres de otra dimensión se dejan ver en la nuestra sin que podamos entender la relación de estos mundos de una manera lógica.

A la par de esto, también tenemos a los escépticos que de ninguna manera reconocen este tema como una realidad y que a lo largo de los años han buscado explicaciones científicas que den respuesta a los sucesos paranormales contados por sus protagonistas.

Lo cierto es que el tema es bastante extenso, interesante e incluso aterrador para quienes han vivido estas experiencias sin que nada logre darles una respuesta exacta de lo que han vivido.

En un mundo que se mueve a través de energías y en el que la mayoría no está preparado para ellas, es usual entonces el avistamiento de espíritus y de eso dan muestra los miles de videos con millones de reproducciones, así como relatos sobre el tema de los que está repleto la Internet.

La curiosidad que producen estos temas hace que muchos cuenten y exhiban sus experiencias, aunque también debo decir que otros simplemente buscan lo que para muchos es importante hoy en día: la viralidad del material que producen.

Hoy estaremos hablando de este mundo energético en el que a veces, se confunden las realidades y que tan misterioso resulta ser para el ser humano. ¡Comenzamos!

Entonces, ¿Sí existen?

Desde mi experiencia, no puedo hablar de fantasmas más sí de energías que unos más que otros logramos percibir desde alguno de nuestros sentidos. Ahora, las explicaciones científicas que ofrecen a estos sucesos, la verdad es que a mí en lo particular no es que me resulten determinantes, porque nadie me ha contado las experiencias que he vivido y solo yo sé como han sido.

Desde niña pude percibir sombras que cruzaban las paredes de mi casa, así como otras figuras que regularmente aparecían de noche en el techo de mi habitación apenas se apagaba la luz. Mi hermana y yo las podíamos ver. Cuando le decíamos a mamá, éstas sencillamente desaparecían. Ella nunca logró verlas.

También me reservo algunos otros y varios sucesos que han ocurrido en mi vida y que tienen que ver justamente con estas energías que, al menos para una gran mayoría, serían capaces de enviarme directo a un psiquiátrico, por lo que agradezco mucho no vivir en la época de la inquisición.

Sin embargo, creo que uno de los episodios que más cuento a otros porque no estaba sola, así que tengo testigo de lo ocurrido, es haber escuchado la voz de mi padre llamando a mi ex pareja, unos cinco días después de su muerte por una enfermedad que lo mantuvo durante ocho meses en cama.

La cosa es que mi ex, cada día al despertar iba a la habitación de mi padre para hacerle las primeras ayudas que ameritaba por su condición. Agua, baño, ubicación de sus lentes, reloj y control del televisor, entre otras.

Mi padre lo quería muchísimo, a veces pienso que más que a mí. Lo respetaba y fue el único de sus yernos y nueras con el que jamás discutió, pues debo decir que el carácter de mi papá era bastante complicado, por decir lo menos.

Volviendo al día con el que comencé esta narración, mi ex pasó por la habitación en la que dormía mi padre y siguió al baño. Yo estaba acostada y sin ánimos de pararme de la cama. La verdad es que estaba exhausta por todo lo que implicó la muerte de mi papá. Ví entrar a Kike con su toalla y dirigirse al cuarto de baño e incluso, lo escuché abrir la puerta de la ducha. No quería hablar así que me hice la dormida para no tener que escuchar nuevamente que debía pararme y recomenzar la vida.

Entonces, después de unos segundos o minutos, la verdad es que no recuerdo con exactitud, escuché claramente la voz de mi padre llamándolo por su nombre: Kike. El corazón me saltó dentro del pecho pero me quedé en silencio tratando de asimilar en esos breves segundos si aquello había sido producto de un sueño o de una alucinación. Sencillamente, no reaccioné.

Entonces, escuché a mi pareja salir del baño, abrir la puerta y asomarse para preguntarme si yo también había escuchado el llamado. Al ver mi cara supo que así había sido y que logré captar voz que tan bien conocía y que retumbó clara, entonada y real segundos antes.

Se persignó, se sentó al borde de la cama y comenzó a orar mientras las lágrimas le caían en el rostro como una cascada y yo lo miraba estupefacta. Desde entonces, mi padre viene a sus sueños con frecuencia y le da algunos mensajes. Yo, hasta el momento, nunca he soñado con él. Hasta hoy creo que entre ellos hubo una conexión bastante especial.

He de confesar que Kike, mi ex, tiene una extraordinaria personalidad que le hace ser sensible a muchos temas espirituales.

Los cuerpos del ser humano

Para algunos estudiosos de estos fenómenos, un fantasma es una especie de presencia no física ni tangible, que puede no interactuar y que contiene esencia, recuerdos, carácter e incluso apariencia de alguien que ya no tiene vida física.

Sin embargo, la presencia de fantasmas no es percibida igual por todos. Hay quienes pueden sentir olores, voces e incluso su presencia de manera inexplicable sin llegar a verles, así que todo se basa en el tipo de energía que cada quien canalice, siendo o no conscientes de ellas.

Algunos, como en mi caso, han dicho que estas presencias hablan pero no te vayas tu a imaginar una conversación profunda con un fantasma tipo la que sostenían Gasparín y su enamorada, así que si miras uno, después de reaccionar al susto que te provoque, por favor no vayas a hablarle de la bolsa de valores o a pedirle su opinión sobre la política de tu país.

Generalmente, solo son pocas palabras o frases cortas que el interlocutor puede interpretar sobre algún asunto que esté sucediendo en su vida o según la petición o requerimiento que tenga esa presencia.

Con esto no te quiero decir que los fantasmas existen o no, solamente te cuento experiencias que ciertamente son paranormales y que ocurren sin que sepamos si quiera cómo invocar una veladora. Tú y solo tú, de acuerdo a tus experiencias y credulidad, sabrás perfectamente qué o en quien creer.

Sin embargo, te cuento que para los creyentes del mundo espiritual y de energías, cada ser humano está compuesto de un cuerpo sutil que a su vez se divide en varios cuerpos más, así que presta atención a cómo se conforma esta estructura sutil o energética:

  • El cuerpo Supracasual o Ego Sutil: Nos produce la sensación de que estamos cerca o lejos de Dios
  • El Cuerpo Casual o Intelecto: Que nos permite el proceso de toma de decisiones y la capacidad de razonar
  • El Alma: Que es la manera en la que percibimos a ese Dios o energía en la que creemos
  • El cuerpo mental o mente: Aquí se alojan sentimientos, emociones y deseos
  • El Cuerpo Vital: Que es la energía vital del cuerpo que sostiene y manifiesta la vida
  • El Cuerpo Físico: Que es el que percibe los sentidos en el plano terrenal

Se cree que después del proceso de la muerte, obviamente el cuerpo físico se queda en la tierra, la energía vital, se libera y retorna al universo y los cuerpos sutiles viajan a un plano sutil de existencia, dependiendo de sus méritos y nivel espiritual.

¿Qué se dice de ellos?

Entre las posiciones que asumen el fenómeno fantasmal como una manifestación auténtica está, por ejemplo, la que tiene que ver con las diferentes posturas asumidas por las religiones, las cuales desde siempre han presupuesto la existencia de un mundo espiritual más allá del físico que tú y yo conocemos.

Y es que para nadie es un secreto que muchas religiones alegan que después de la muerte física, el espíritu, alma o como quieras llamarle, tiene otro tipo de vida. De allí a que por supuesto, muchas incluyan a los seres incorpóreos, seres espirituales a quienes llaman Dioses y otras entidades que habitan el mundo espiritual y energético dentro de sus creencias.

Esto quiere decir entonces que dependiendo de la religión, entonces se considera al fantasma.

Por ejemplo, en el mundo occidental, a través del cristianismo, por allá en la época medieval, se solía pensar que los fantasmas eran almas en pena que tenían que pagar sus pecados con su permanencia en el mundo hasta que lograran cumplir con sus penitencias o asuntos pendientes.

Sin embargo, actualmente el cristianismo cree que los fantasmas son las almas de las personas que han fallecido de forma repentina y que necesitan cumplir con algún propósito que se vio truncado por la muerte inesperada.

Esta posición no coincide con la posición oficial de las iglesias cristianas, especialmente con la Iglesia Católica, que asegura que las almas del purgatorio, no suelen aparecerse entre los vivos sino que están en su propia dimensión tratando de cumplir sus asuntos para poder ascender.

También aseguran que los ángeles no suelen presentarse ante los vivos para asustarlos, por lo que dicen que cualquier aparición fantasmagórica es la de un demonio y hay que hacer todo lo posible por expulsarlos si están en nuestros hogares.

Por su parte, los musulmanes no suelen creer que las personas fallecidas se aparezcan a nadie, por lo que para ellos cualquier aparición fantasmal es necesariamente o un demonio o un genio con malas intenciones.

Esta idea es similar a las de algunas religiones africanas que sostienen que los fantasmas son espíritus malignos que molestan a los seres vivos y son usados para conseguir propósitos oscuros.

En el Shinto japonés, contrariamente se cree que los fantasmas son parte de la vida cotidiana y que es normal que existan presencias vagando por ahí tranquilamente en el mundo.

Las variaciones existen y continúan, tanto como por religiones sepas que hay, así que te cuento que en el caso de los practicantes de algunas ramas de Budú, su creencia en este tema es que es necesario lidiar con los espíritus malignos que ellos aseguran, son los fantasmas.

Por su parte, en algunas regiones de La India se cree que el fantasma es el espíritu de una persona que ha fallecido pero que no se le han administrado los ritos funerarios como corresponden y por eso su espíritu no sabe como irse a otro plano.

Los budistas, en cambio piensan que no hay fantasmas sino el mal karma de una persona que ha renacido en el reino de los espíritus ávidos, que son los que permanecen en insatisfacción permanente y en ese estado porque no lograron resolver asuntos importantes en sus vidas físicas.

Algunos psíquicos, además consideran que los fantasmas son el resabio de un cuerpo astral que no se ha terminado de ir.

Ellos aseguran que al momento de la muerte, el cuerpo físico y el cuerpo etéreo (que está formado por el cuerpo mental, espiritual y emocional) se separan y una vez que el cuerpo físico muere, el cuerpo astral hace un recorrido por el mundo para despedirse de los suyos y después de esto asciende a la dimensión luminosa.

Entonces, el cuerpo mental y emocional permanecen como un fantasma y si el cuerpo mental no se une al espiritual es porque ha quedado una pendiente en la tierra.

Por el contrario, si se unen o se integra a otro cuerpo físico lo que queda es el cuerpo emocional, que es entonces el tipo de fantasma más común, pues son aquellos que no quieren desprenderse del mundo material y se reúsan a irse del lugar en el que habitaron. Se cree que si quedan dentro de una estructura sólida es más difícil que tienda a desaparecer.

Los psíquicos creen que las emociones de este tipo son alimentadas por los seres vivos porque se niegan a la idea de la muerte y se aferran a los recuerdos de sus seres fallecidos que para entonces, ya son seres incorpóreos, sin inteligencia y solo llenos de emociones. Con el tiempo y con la muerte también de quienes los retienen, estas energías tienden a diluirse.

En la Parapsicología además, se considera que los fantasmas son visualizaciones energéticas inteligentes, así como que son el resultado de una persona que ha fallecido pero que sabe que necesita completar una tarea debido a la interrupción de su existencia física.

Esta rama defiende que los fantasmas tratarán de comunicarse y suelen aprovechar las circunstancias (como tormentas electromagnéticas) para hacer contacto. También lo hacen a través de personas sensibles o durante los períodos de duermevela (sueño ligero en el que se encuentra quien dormita) y que es justamente cuando las personas tienen más sensibilidad.

Como ves, todos estos puntos de vista de las religiones se caracterizan por clasificar a los fantasmas como entes espirituales que viven en un mundo sobrenatural.

Fantasmas, espectros, apariciones y demonios

Es preciso saber diferenciar al fantasma de otras manifestaciones. Los espectros no son lo mismo que los fantasmas sino, más bien una mirada temporal del espacio/tiempo. No hay posibilidad de comunicación con ellos porque son un eco de interrupción de otras dimensiones.

Otro fenómeno que suele asociarse con fantasmas es el residuo o huella energética, que es el que ocurre cuando en algunos lugares y como consecuencia de cargas energéticas, estos sitios quedan impregnados de imágenes de personas, ruidos y otras señales producto de la fuerte e intensa carga de energías que ha existido en ese lugar.

Estos residuos ocurren en sitios cargados de energías en los que quedaron como impresas estas huellas que fueron muy fuertes. Tal es el caso de presencias que se advierten en escuelas, en hospitales o en todos estos sitios, como por ejemplo los campos de concentración humana, en el que ruidos e incluso avistamientos físicos se han hecho historia.

Los fenómenos que muchas veces observamos a través de la Web, en los que se escuchan ruidos extraños, objetos que se caen o elevan, así como todo aquello que entra dentro del rango de lo paranormal, incluyendo voces, se piensa que son producidos por entes incorpóreos de naturaleza malévola o diferente a la de los fantasmas.

Además, otras explicaciones ofrecidas desde el mundo energético establece que los fantasmas o las señales que estamos acostumbrados a conocer a través de las distintas historias, son proyecciones de nuestra energía alterada. 

Ellos explican que nuestra psique incide en el mundo físico por la presencia de algún estado alterado de nuestras emociones, que hacen por ejemplo, que las puertas se abran, se cierran o que proyectemos imágenes que en realidad, no son más que nuestros poderes psíquicos descontrolados.

Esta explicación supondría entonces que cada uno de nosotros somos prácticamente, portadores de nuestro propio fantasma, por decirlo de algún modo, pues según esta teoría, nuestra psique es la que nos hace ver y oír estos fenómenos.

Otra de las explicaciones tiene que ver con los planos dimensionales y el cruce de estos. Aquí se habla incluso de dos posibilidades: La primera es que nuestro plano actual se cruza con otro plano dimensional que desconocemos y por eso podemos ver a otro ser que vive en él y que se cruzó con el nuestro, así que técnicamente, esos otros seres también podrían vernos como fantasmas.

La segunda posibilidad es que como somos seres que vivimos en varios planos al mismo tiempo, en ocasiones esos planos se cruzan con el que consideramos real y nos vemos a nosotros mismos en otros tiempos que no logramos reconocer.

Otra explicación de los fantasmas es que ya que somos energía, cuando sucede una muerte violenta o trágica o accidental, se interrumpe inesperadamente el ciclo de la vida, por lo que la persona que murió permanece en un modo de energía errante, en el mundo físico y si esto sucede, es difícil que esa parte espiritual sea capaz de buscar otro cuerpo al cual unirse o renacer para cambiar de dimensión. Son en realidad energía remanente que ha quedado suspendida.

Todas estas explicaciones pueden dar parte de solo un lado de este fenómeno, que como ya has visto, es muy complejo de explicar de un modo completo pues la muerte y sus misterios es un tema que además ha sido tratado por tantas religiones, culturas y civilizaciones, que sobreponer unas por otras sería, invalidar una parte importante de la historia.

En lo particular, pienso que en muchos de los casos, estas explicaciones pueden combinarse y ser entonces, la explicación formal, o al menos, la que yo decida creer. Pero ese es mi pensamiento y no tiene por qué ser el tuyo o el de cualquier otra persona.

Es además, un hecho que muchas historias que se han sabido en la cultura contemporánea tiene más que ver con la mala interpretación de fenómenos ordinarios, que con presencias fantasmales.

Sin embargo, como seres humanos sabemos que tenemos todas esas posibilidades y que los fantasmas pueden bien ser parte de dimensiones a las que podemos tener acceso o que son el resultado de un cruce dimensional así como también, podrían ser espíritus que no supieron cómo irse o que somos capaces de producir efectos en nuestro entorno por nuestra psique cuando está en estados emocionales muy intensos. Cualquiera de las explicaciones es válida si es lo que quieres creer y se ajusta a tu realidad.

Recuerda que el ser humano es capaz de curarse de enfermedades solo con el poder de su mente, así que del mismo modo es capaz de hacerse daño desde esa misma mente, así que ¿por qué no creer que somos además capaces de causar efectos en nuestra realidad?

El primer fantasma de la historia

Aunque historias de fantasmas y aparecidos han ido y venido a lo largo de los años, te contaré la primera que históricamente está registrada, que sucedió en Atenas y cuya narración fue escrita por Plinio el Joven, nacido en el año del 61 d.c. lo que lo convertiría en el primer autor que escribió sobre una casa encantada basado en una experiencia real.

La narración que cuenta la historia de la “Casa Encantada de Atenas”, fue relatada por Plinio en una serie de cartas atribuidas a sucesos paranormales. Específicamente fue descrito en la carta n°27 del libro VII de sus Epístolas, en los versículos 5 al 11. Y dentro de sus líneas se narran extraños sucesos ocurridos dentro de la casa.

Al parecer, aquél hogar debió quedarse solo luego de que sus dueños, lo desalojaron por los sucesos que ocurrían dentro y que en muchas oportunidades, les mostró el fantasma de un anciano en cuyas manos y pies se podían ver unas cadenas que sonaba y con las que aterrorizaba a quienes habitaban la casa.

Tanto fue el terror que infundió aquél fantasma que no solo los dueños decidieron abandonar la casa y ponerla a la venta, sino que además, cuando lograron rentarla a un precio ridículamente por debajo de su valor, los inquilinos salieron despavoridos ante aquella presencia fantasmal.

Pero un día, un filosofo que pasaba por aquel pueblo que era Atenas, al ver el precio de la casa no dudó en alquilarla pese a que fue advertido por los habitantes del lugar del encantamiento al que estaba sometida aquella estructura.

Aquél filosofo tenía por nombre Atenodoro y no se sabe si por curiosidad, osadía o la negativa a pagar más del valor en cualquier otra propiedad que el estipulado a la casa encantada, decidió quedarse en ella.

Se cuenta que en medio de su concentración por el trabajo que tenía escribiendo, Atenodoro ignoró la presencia del fantasma del anciano, quien no dejó de sonar sus cadenas y presentarse hasta el lugar exacto en el que estaba trabajando el escribano.

Por fin, Atenodoro lo miró de frente y decidió seguirlo hacia un patio, en el que el insistente fantasma se empeñó en ir no sin antes asegurarse de que el filosofo lo siguiera. Una vez allí, caminó hacia el medio del patio y en un punto de éste, desapareció.

Contrario a lo que muchos pensaban, Atenodoro que era un hombre pragmático, se acostó a dormir y no más amaneció, se fue al pueblo a buscar a algunos testigos y obreros que lo ayudaran con aquél asunto.

Fue así como en medio de aquél patio y justo en el lugar en el que desapareció el fantasma, ordenó que se excavara y así se hizo hasta que horas después, apareció el esqueleto de un hombre con cadenas en sus manos y pies.

Entonces, Atenodoro mandó a celebrar un funeral digno para aquél que alguna vez fue un ser humano y que al parecer, se encontraba penando por haber sido enterrado en tierra que no era sagrada.

Desde entonces, la casa fue liberada del espectro de aquél anciano y obviamente, tanto fue el revuelo que causó la historia que Plinio terminó contándola en sus narraciones.


Sea cual sea tu creencia acerca de estos fenómenos que involucran presencias fantasmagóricas, lo importante de conocer un poco de la historia de las distintas versiones de este mismo tema, es que puedas formarte una opinión respecto a tu propia experiencia, basada en las teorías que aquí y en otros lugares puedes encontrar.

Los asuntos del más allá, siempre han sido un misterio para el ser humano y aunque en avances tecnológicos tenemos varias millas de adelanto, éste tema siempre seguirá siendo un verdadero enigma para los curiosos pues cada quien tiene su propia teoría y versión.

y tú ¿Crees en fantasmas? ¿Qué opinión o experiencia tienes de este tema?

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10 thoughts on “Fantasmas: ¿Qué tan reales son?”

  1. Yo de pequeño tuve una experiencia hasta ahora sin ninguna otra explicación se de lo que hablas a través del tiempo me han pasado cosas

  2. Excelente escrito, yo ví morir a mi abuelo, y Vi cuando su alma se desprendía. Vi como por su cabeza iba saliendo su misma figura en color blanco (como Gasparín) desde entonces nunca he olvidado ese momento.

  3. Felicidades por este espacio ya que a las personas que podemos sentir ver y escuchar esas energías poder saber que no somos la única persona en sentirla y poder entender un poco más de ella. Éxitos. Yo siento, veo, y escucho a energías diferentes desde hace 23 años de mi vida dónde no entendía lo que pasaba, hasta que conocí y me atreví a experimentar con la medicina ancestral Ayahuasca, Bufo, Campo entre otras que me han ayudado a entender. Se las recomiendo. Sigan a @centrootacvenezuela

    1. Me alegra que así haya sido. Este universo es basto e infinito y a los seres humanos nos queda mucho camino por descubrir. Gracias por tus recomendaciones

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