El Poder de la Intención: Tu Energía Enfocada en Alcanzar tus Metas

¿Sabías que la quinta Ley Espiritual del Éxito es la de la Intención y el deseo? Pues sí, existe y se basa en que la energía y la información existen en todas partes de la naturaleza y en efecto, a nivel del campo cuántico o campo de la conciencia pura, también podemos hallarla.

Todo lo que existe en el universo está ligado a una energía, a esa que te hace moverte, a esa que te hace desprenderte del ego, a esa que te hace permanecer cuando solo estás ahí para que esa intención que mueve al cosmos entero, te lleve a dónde has pensado llegar.

Soy fiel seguidora de las energías, pero además, testigo de cómo influyen en nuestro comportamiento cuando entendemos que somos parte de un todo y que una vez que nos conectamos a este mundo energético, no dejaremos de avanzar hacia el lugar en el que hallaremos nuestra verdadera esencia.

Con todo esto lo que te quiero decir es que la intención que pongas a tus deseos, es perfectamente capaz de hacerlos posibles, pues los seres humanos tenemos la particularidad de poder controlar y acceder a la conciencia y a la información que en ella hay.

Cada vez que pones atención a los pensamientos que para ti resultan importantes, estás enfocándo tu intención en hacer realidad esas ideas, de ahí la importancia de que te olvides de la cultura del ego y te pongas al servicio de las fuerzas del universo para que te guíen hacia ese camino en el que eres necesario.

Hoy estaré hablando del Poder de la Intención y de cómo éste puede cambiar tu realidad y llevarte a dónde realmente perteneces y eres útil al universo. ¡Comenzamos!

¿Qué es la intención?

Para comenzar con este tema debemos tener claro lo que es la intención, pues se trata de un término que podemos confundir por la ambigüedad que representa para muchos su definición.

Todo en el universo es fruto de una intención y obviamente, en ese todo estamos incluídos los seres humanos.

Muchas veces en tu vida te habrás encontrado motivado para hacer cualquier actividad como mejorar tus hábitos alimenticios, bajar de peso, encontrar un nuevo empleo, dejar atrás algún vicio o simplemente, tratar de ser mejor persona.

La intención es un deseo sin ataduras emocionales de los posibles resultados que puedas tener al realizar una secuencia de acciones

Posiblemente, las listas de Año Nuevo sean un buen ejemplo de lo que creemos que son nuestras metas y que poco después, ni siquiera recordamos o incluso, nos burlamos de nosotros mismos llamándonos soñadores o ilusos por haber pensado en situaciones que no cumplimos o que estaban fuera de nuestro alcance.

Sin embargo, esa no es la intención a la que quiero referirme hoy día, sino a aquella que te empuja, que se mete dentro de ti, que te anima, que se te mete en la cabeza y que piensas cumplir a como dé lugar.

Pues bien, la Ley de la Intención y el Deseo de la que te hablé antes, se refiere a esto que te digo y además, nos dice que la atención que prestamos a un asunto, nos llena de energías pero es la intención la que se encarga de transformar ese caudal energético.

Cuando aprendes a diferenciar desde dónde vienen las fuerzas con las que realizas tus deseos, entonces, la realidad cambia, se transforma, se materializa y para esto lo que tienes que hacer es establecer eso: ¿De dónde viene tu fuerza?

Y es que hay asuntos que queremos materializar pero en realidad, solo estamos tratando de complacer a un entorno que cada día nos exige más y que la verdad, solo busca fortalecer a uno de nuestros principales esclavizadores: El ego.

Piensa bien. ¿Cuándo te propones una meta lo haces porque te hará feliz a ti o porque estás tratando de que las personas que te rodean vean tus esfuerzos y los reconozcan? Tal vez para que te traten distinto, tal vez para buscar superarlos. ¿Qué es lo que mueve esas decisiones por las que algunas veces te sientes frustrado al no cumplir?

Y es que uno de los obstáculos entre tú y lo que te has propuesto es el enfoque de importancia que le das a lo que verdaderamente tiene valor para ti. La diferencia entre quien logra y quien fracasa, por llamarlo de alguna manera, es que cuando haces las cosas por convicción, porque estás convencido de que las acciones que empiezas son por tu bienestar y éxito, sigues perserverando hasta lograr y esto no ocurre cuando esa meta tiene que ver con lo que piensas que será bueno para ti porque otros lo dicen.

Todo lo que se manifiesta en el mundo material emana de una fuente y esta puede considerarse y reflejarse en todo. La intención de la que hablo y con la que quiero que hagas las cosas no es algo con lo que debas conectar porque de hecho, ya estás conectado al estar aquí leyendo, pero aunque lo estés, tal vez esa conexión necesite una limpieza.

Cambiando patrones

Cuando cambias tu forma de mirar las cosas, las cosas que miras cambian

La cita anterior no sé de quien sea pero lo que sí puedo decirte es que es una gran realidad a la que tal vez, a muchos les sea un poco más difícil de comprender. Hemos vivido con patrones no solo de pensamientos sino de conductas que no sabemos por qué, pero seguimos repitiendo.

Albert Einstein, habló un poco de esto cuando se preguntó si vivía en un universo amistoso o en un universo hostil y te cuento, que significa lo mismo que ya te dije antes.

Todo en lo que enfocas tu atención, se vuelve realidad en tu mundo. Fíjate que si, por ejemplo, estás siempre pensando en lo que está mal del mundo, abrumado por las guerras, angustiado por los virus y las pandemias, reviviendo tragedias a través de redes sociales y noticieros, tu mundo se llenará de más motivos para que sigas viviendo en medio de ese caos.

Y no es porque sea eso todo lo que pase en el universo, sino porque puede haber un millón de motivos para que seas feliz y tú, con tu condicionamiento mental, sólo te fijarás en el único estímulo que permitirá que sigas viviendo dentro de ese desastre.

Te cuento más sobre esto. Mi padre era una persona absolutamente negativa en cuanto a sus puntos de vista se refiere. Recuerdo haberlo escuchado decir millones de veces que debíamos dejar las llaves de casa casi que detrás de la puerta pues nunca se sabía cuándo podía presentarse una emergencia.

No, él no era un hombre precavido, era un hombre absolutamente pesimista y así vivía en su mundo. Siempre llenándonos de miedos y angustias por cosas que pudieran pasar a futuro y que a decir verdad, muy pocas veces ocurrieron.

Creo que al crecer junto a ese carácter trágico en el que solo se veían posibles riesgos y peligro, me hizo repeler esa actitud, por lo que mi vida ha sido todo menos organizada o planificada en ese sentido.

Recuerdo que él me decía constantemente que no debía manejar de noche pues podría accidentarme en medio de la oscuridad, o un caucho podía estallar, o cualquier desventura podría ocurrir.

Sin embargo, cada vez que le escuchaba esas cantaletas le repetía: Yo no salgo pensando en nada de eso y nada de eso pasará. De hecho, recuerdo un par de veces que el auto me dejó varada y ambas veces ocurrió justo frente a mi casa, así que ningún peligro corrí.

Pero, por ejemplo, una vez que nos quedamos accidentados mientras él conducía, se me ocurrió decirle que era la segunda vez que nos varabámos y estaba yo usando un jeans blanco. Por supuesto, para él la culpa del desperfecto del carro no fue la falta de atención a los avisos del carro sino mi pantalón. Nadie lo sacó de ahí y nunca más me permitió usar ese jeans para acompañarlo en un viaje.

Lo que quiero decirte con esto es que tus pensamientos tienen un poder enorme y el cómo ves las cosas, construye tu realidad. Conviene entonces replantearse por qué tus conflictos internos buscan en lo externo una solución cuando es dentro de ti en dónde hallarás las respuestas.

La Motivación viene de la Intención

Imagina que dos personas con las mismas capacidades trabajan en una empresa. A uno, le gusta su trabajo. El otro está ahi porque trabajar es lo que le genera el dinero para cubrir sus necesidades materiales. Sin embargo, ambos tienen la misma disponibilidad horaria, capacitación profesional y rango dentro de la empresa.

¿Sabes cuál de los dos producirá menos? Pues claro que lo sabes, quién está desmotivado, quien no está ahi porque quiere sino porque necesita.

Cuando escucho a personas hablar de las intenciones que tienen, siempre se basan más que todo en emociones humanas y entonces, dirijo mi atención a las carencias o necesidades que tienen y que están manifestando sin saberlo.

Los deseos, las metas, las realidades que creas a través de tus intenciones, aunque sí tienen que ver con lo que deseas manifestar desde una carencia, pasan por etapas que deben cumplirse, tal vez de manera insconsciente, para que puedan llegar a tu realidad.

Te cuento. Si bien es cierto que al estar conectados con el todo universal, nos movemos en las mismas energías y recibimos esas energías que atraerán personas y situaciones que facilitarán nuestra llegada a la meta, también es cierto que quien permanece estancado o se sienta a esperar que las cosas ocurran porque son su derecho o porque ya el universo las tiene preparadas para sí, no cambiará en nada su realidad.

Existen cuatro pasos con los que debemos identificarnos cuando tenemos una intención y estos son:

  • Disciplina: Nuestro pensamiento y nuestras acciones deben estar alineadas, es decir, si tu meta es por poner un ejemplo muy superflúo, bajar de peso, no puedes estar pensando en que las báscula va a mostrarte resultados satisfactorios mientras estás comiendo una pizza con un litro de gaseosa arrellenado en el mueble.
  • Sabiduría: La concentración y la paciencia deben estar presentes en tu intención, sabiendo además que los resultados de lo que esperas, mientras más grandes son, más de estos dos elementos requieren.
  • Amor: Todo lo que hagas, todas tus intenciones y deseos deben estar repletos de amor, que no es más que el bienestar que te produce cada paso que das en búsqueda de tu meta. Es cuando las cosas dejan de ser una obligación y pasan a ser un disfrute.
  • Entrega: Cada segundo que inviertas en tu intención, cuenta y estará llevándote hacia la meta, así que no creas ni pienses que cuando estás trabajando en lo que te hace feliz, estás perdiendo tiempo, al contrario, mientras más pasión le pongas, mejor será el resultado.

Nuevamente, debo decirte que tus pensamientos, sentimientos y acciones deben estar alineados, porque de lo contrario, no estarás desarrollando una intención que vaya a funcionar. Debes enfocar tu atención en lo que te está resultando, en lo que estás experimentando y no en las veces que intentaste algo que terminó siendo un fracaso. Esto habla entonces de ser coherente con lo que te propones.

La Fuente

A lo largo de mi vida he conocido muchas historias y en cada una de ellas, he llegado a la misma conclusión: La gente que logra tener éxito o cumplir con su propósito físico es aquella que no deja de buscar circunstancias, que las crea, que las piensa y las materializa, son esas personas que no se rinden y que de paso, lo hacen con una buena actitud, porque están felices de hacer lo que hacen y seguros de lograr lo que logran.

Cuando estás conectado a Dios, al universo, al cosmos, a la fuente divina de energía o como quieras llamarle a esa fuerza que sabes bien que existe y que es la responsable de mover todos los hilos de nuestra vida, no puedes sino, triunfar en cualquier ámbito en el que te lo propongas.

He hablado de estos temas muchas veces y siento que cada vez que lo hago, me acerco un poco más al despertar de algunas personas que reconocen en su poder interior, esa fuerza que les hará caminar por los senderos de la conciencia y el éxito.

Algunos pueden pensar, y de hecho me lo han dicho de manera directa, que se trata de positivismo tóxico y lamento saberme informada de sus pensamientos porque no hay nada más alejado de mi verdad que ese concepto.

De hecho, si he sido enfática en algo es justamente en que el pensamiento, el sentimiento y la acción deben ir de la mano porque como coloquialmente lo expreso siempre, del cielo solo cae lluvia, nieve y granizo, y a menos que seas un oso polar, un pingüino o un vendedor de calefacciones, eso no te va a beneficiar.

Cuando hablo, en este caso del poder de la intención, lo primero que te explico es justamente que formamos parte de una energía que nos mueve, sí, claro que creo en ella, porque nuestro espíritu es lo que hace que estos cuerpos que habitamos, cobren vida.

De hecho y muy rapidamente, te contaré que uno de mis primeros choques espirituales fue ver a mi hermano muerto mientras su cuerpo aún permanecía caliente. Ese día pensé, mirando su materia física intacta, que él ya no estaba ahí.

Pero, ¿Quién era él si estaba su cuerpo intacto frente a mis ojos? Pues él, para mí era eso que le daba vida a su cuerpo: espíritu, alma, energía vital, como quieras llamarle. Esa parte estaba ausente, entonces, ya no había vida.

Lo mismo ocurre con nuestras intenciones, cuando no estamos conectados con lo que queremos materializar, las acciones, emociones y pensamientos no están alineadas y entonces, solo podemos ver físicamente la muerte de una meta que no llegó si quiera a nacer.

Me alegro cuando encuentro personas que están desapegándose de creencias absurdas, de presiones sociales y de todo lo que tiene que ver con la cultura del ego y esto pasa porque entiendo que por cada ser humano que logre enrumbarse por el sendero del despertar espiritual, logrará que muchos otros, al verle, quieran entonces saber al menos por curiosidad, a qué se deben los cambios y eso, para mí, es un gran avance.

He conocido personas muy preparadas profesionalmente hablando, pero tan alejadas de la conciencia que en ocasiones, me llego a sentir triste de no encontrar en ellos más que fachadas vacías.

En este punto, entonces quiero aclarar que cada ser humano tiene su despertar espiritual y alcanza el nivel de conciencia en el momento que está preparado para recibirlo, por lo que si has empezado el tuyo, sabrás que muchos a tu alrededor sencillamente, se alejarán.

Acciones que facilitan la materialización de la intención

Como ya te dije, intención sin acción, no es más que un deseo que quedará volando entre nubes de historias inconclusas, así que voy a dejarte una serie de recomendaciones con las que puedes apoyar la materialización de esa energía de intención.

  • Visualiza tus intenciones: No se trata solo de que las veas en tu mente y las sientas como ciertas, se trata además de que les des claridad, de que comiences a materializarlas, de que no olvides detalles, de que fijes en ellas tu atención pero además, de que las plazmes para que vayan surgiendo nuevas ideas, así que toma lápiz y papel, escríbelas y repasalas durante tu día.
  • Ubica los tiempos: Aunque tu intención tome un lapso de tiempo en materializarse, tu atención debe estar focalizada en el presente, que es el ahora en el que estás trabajando para lograr, así que entiende que las metas, entre muchas otras cosas, se alimentan de paciencia y constancia.
  • Dibuja un Mapa Mental: Increíblemente, esto te hará visualizar cuáles son los pasos que debes dar y te mantendrá motivado cuando vayas alcanzando cada uno de ellos
  • Mantén la mente positiva: Claro que en el camino hacia lo que quieres alcanzar vas a encontrar obstáculos, pero se trata de tener tanta certeza en que los resolverás de manera eficiente, que alejes la negatividad de tu pensamiento. Cada quien vive su propio proceso, así que enfócate en el tuyo y elimina de tu vida las dudas que puedan presentarse, la envidia que puede causarte el crecimiento de otro y los temores a estar equivocado respecto a tu intención.
  • Enfócate: Nada te hará tanto bien como mantenerte convencido de tus intenciones. Puedes en algún momento dudar de algún paso en el proceso, pero esto no significa que te vayas a dar por vencido. Refuerza tu seguridad, eleva tu frecuencia de energía, manténte en contacto con personas que se conviertan en luz en tu camino.
  • Medita: Claro que siempre lo recomiendo, porque es a través de la meditación la manera en la que te mantienes en contacto con tu propia esencia y tú, mi querido lector, eres un mundo entero por descubrir y crear.
  • Entiende tu intención: Cada pensamiento y sentimiento que provoque tu intención, afectará el resultado, así que ésos deben estar unidos estrechamente, pues recuerda que todo en ti debe apuntar a alcanzar la meta.
  • No te desanimes: Incluso cuando sientas que estás estancado, recuerda que nada en el universo permanece inmóvil, así que ese tiempo en el que piensas que nada está pasando, en realidad es el momento en el que el universo afina los detalles para ti.

También te dejaré 4 elementos que debes espantar de tu vida de manera inmediata, pues todo esto nos aleja de la energía de la que somos parte:

  • El ego: Creer que somos más o superiores a los demás, nos aleja tremendamente de la energía del todo
  • Poner energía en lo que no quieres: Si te enfocas en lo que no quieres, es precisamente eso lo que llegará a tu vida. Recuerda que en lo que pones tu atención, es lo que termina materializandose.
  • Tratarte de manera irrespetuosa: Ten mucha precaución de las palabras que usas para tratarte y de la resolución que quieres aportar a tu vida y a la energía universal. Aplaude tus logros aunque te rodee la penuria y reconoce tu poder de ayudar a otros.
  • Mantener pensamientos negativos: Si piensas que el mundo es injusto, que la gente se aprovecha de ti o que hay conspiraciones siempre en tu contra, querrás cambiar todo y solo te vas a frutrar al darte cuenta de que eres incapaz de hacerlo. Cuando aceptas ls circunstancias e incluso, las intenciones de los otros, podrás caminar por la vida sin que nada te duela o te afecte demasiado.

La intención en nuestra vida es como un motor que hace que nuestras ideas, arranquen. Cuando está bien enfocada, no permite que te salgas del camino, sino que por el contrario y pese a los obstáculos, te mantiene constante para que te mantengas fijo en tu meta y logres cumplir los objetivos.

Sea cual sea la meta que te propongas, no te olvides de ella, solo concentra tu atención y tu intención con fuerza para que entonces, empieces a dar pasos que te hagan avanzar.

Recuerda mantenerte en sincronía con tus pensamientos y olvídate por favor, de que las intenciones sin acciones surtirán algún efecto en tu vida. No esperes que otros se hagan cargo de cumplir tus sueños porque ninguna energía transformadora llegará a tu vida con la intención que le pongan otros.

Cada vez que te preguntes ¿Por qué no funcionó? Respondete entonces que tuviste miedos y dudas que crearon resistencia y diseminaron tus ideas de cambio en un campo infértil.

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