La Música: Un Boleto Directo a Tus Recuerdos
Caminas por la calle, abstraído absolutamente en tus problemas, en tus ocupaciones, en el diario vivir que a diario nos enfrenta a realidades que queramos o no, debemos experimentar y entonces, en medio del todo y de la nada, percibes esa melodía que por un instante te hace entrar en una especie de túnel del tiempo y te lleva exactamente a una época de tu vida.
Una nota, una melodía, una canción hace que irremediablemente, la mayoría de los seres humanos, seamos o no auditivos o musicales, revivamos momentos de los cuales, en ocasiones, ni siquiera nos acordamos pero que son capaces de llevarnos a épocas, lugares y personas y, con tanto poder lo hacen que incluso podemos pensar que estamos en medio de una terapia.
Creo que todos somos capaces de crear una banda sonora de nuestra vida usando canciones o melodías que en los momentos más importantes de ella, han estado presentes, o al menos, es eso lo que pienso porque a mí y a muchas personas de mi entorno, les sucede.
De hecho, su poder es tan intenso que desde el vientre materno somos capaces de escuchar notas que posteriormente, luego de nuestro nacimiento y ya con conciencia plena, logramos reconocer e incluso, experimentar sensaciones que nos devuelven a ese lugar en el que humanamente, todo empezó.
Hoy, decidí escribir sobre la música, sobre su efecto sanador y terapéutico, pero especialmente, sobre ese poder que tiene para calmarnos o hacernos estallar en emociones con solo escuchar unos segundos de acordes. ¡Comenzamos!
Música con Historia
En una ocasión, le dije a alguien a quien quise mucho, que la música es tan poderosa que logra causar en mí sentimientos o emociones como alegría, llanto, tristeza o melancolía, aunque no esté yo experimentando esas sensaciones.
Recuerdo bien que estaba muy contenta por haber iniciado un nuevo proyecto laboral pero además, sentía que justo en ese momento de mi vida, todo marchaba absolutamente bien en mi realidad.
Me sentía plena, dichosa, feliz, extasiada y entonces, como casi siempre ocurre, prendí la música y dejé que esta vez, sonaran las canciones de manera aleatoria.
En mi recopilación musical, me precio de tener géneros de todos los tiempos porque nunca podré decir que mi gusto en esta materia, depende de un solo estilo. A esa biblioteca de canciones suelo llamarla mi rockola bohemia porque se puede encontrar de todo y continuamente, se van acumulando más.
Así que ese día en específico, decidí que fueran sonando las canciones sin elegir ninguna lista predeterminada y como siempre, disfrutaba cantando y tarareando de ellas mientras iba haciendo algunas tareas durante uno de esos días libres en el que te da por cambiarte hasta el nombre.
Pasó algo entonces. Después de un par de horas y de haber escuchado durante ese tiempo cualquier cantidad de canciones, comenzó a sonar un artista del que amo su producción.
Sus canciones son generalmente, dirigidas al amor y al dolor que éste produce, y yo, que estaba en una relación que amaba y en la que además me sentía muy a gusto, comencé a experimentar el dolor de quien había escrito aquellas letras.
Para resumir un poco la historia, terminé nostálgica, llorando y con una sensación de vacío y tristeza que para nada daban cuenta de mi estado emocional inicial.
No tenía nada de lo que quejarme y como ya dije antes, estaba en uno de mis mejores momentos. Sin embargo, lo que estaba experimentando me hacía sentir dolor y nostalgia por lo que escuchaba y cantaba.
<<Acabo de llorar por un despecho que no es mío>> recuerdo haberle dicho a mi entonces pareja, quien con incredulidad se reía de lo que le estaba contando.
Pero sí, no es algo que me pasó solo a mí y aunque en esa oportunidad la música sirvió como trampolín al llanto y la melancolía, hay muchas otras veces en las que oír algunas notas me hace pensar que soy capaz de devorarme al mundo en un instante.
Gustos como ojos
Aunque cada quien tiene un gusto musical distinto, lo que sí está muy claro es que a todos nos gusta la música, independientemente del género con el que nos sintamos más identificados.
Recuerdo a un amigo de la etapa universitaria que podía estar horas, incluso, días enteros, dentro de su habitación escuchando a todo volumen rock pesado, mientras que el resto de los mortales que le rodeaban, solo deseaban que aquél ruido, terminara de una vez.
Me daba gracia porque físicamente, era un muchacho que parecía ser muy tímido y retraído, de esos a los que siempre todo el mundo está tratando de ayudar porque lo ven diminuto y desválido.
Su hermano, por su parte, es un tipo muy extrovertido y espontáneo, además de que su apariencia es algo ruda y su carácter, medio complicado en las relaciones sociales.
La cosa es que cada vez que sonaban aquellas voces que parecían salidas de ultratumba y que eran acompañadas por chillidos, guitarras eléctricas y baterías con sonidos muy potentes, los vecinos le reclamaban al muchacho diminuto por el comportamiento de su hermano, cuando la verdad es que era él quien los obligaba a escuchar aquel rock día y noche.
Sí, estas personas asociaban la música con la apariencia y esta es una forma más de explicar que los prejuicios solo limitan las relaciones humanas, pero ese ya es otro tema.
Hay muchos datos interesantes que tienen que ver con la música y cómo ésta se relaciona no solo con nuestra percepción sobre la vida y la realidad que enfrentamos cada día, sino además, puedo asegurarte que la formación musical incluso se asocia de manera muy puntual e importante con tu razonamiento y las habilidades motoras que desarrolles en tu vida.
Lo curioso de esto es que no importa si escuchas rock pesado como mi amigo de la universidad, o si por el contrario, prefieres la música más conservadora y clásica, la elección que tengas, es la que influirá de manera importante en tus respuestas, en la lógica y de manera especial, en lo que decidas ser y hacer.
Muchos son sus beneficios y por eso, entender la importancia de este lenguaje, o estilo de vida en el desarrollo de los seres humanos y especialmente, de la conciencia de estos, es además de primordial, vital para nuestra especie.
¿Imaginas un mundo sin música? Porque la verdad es que yo no podría hacerlo.
Las canciones favoritas
Cuando algo se convierte en nuestro favorito, no quiere decir que es lo mejor sobre los demás, pero sí es lo que a nosotros, de manera individual, nos hace bien.
Se dice que durante toda tu vida, escucharás la misma música que elegiste y de la que te enganchaste cuando tenías 20 años, pues es en esta etapa de la vida cuando tienes conciencia de tus gustos y te enfilas a buscar más sobre ellos.
Dicho esto, entonces no es raro que tu canción favorita te guste más en su versión original que en las cientos de versiones que han modificado aquellos primeros acordes que escuchaste de ella, y esto sucede porque independientemente de los nuevos arreglos, la original está asociada a emociones que experimentamos en una etapa importante de la vida.
De hecho, hay un dato relevante que me llamó mucho la atención y es el saber que el corazón modifica sus latidos de acuerdo a la música que escuchas pues tu cuerpo trata de imitar a través de este órgano, los sonidos que te rodean.
Apreciamos la música porque todas las regiones de nuestro cerebro se activan con los sonidos, pero me alegra contarte que hay una parte de él que se conecta con otra que es la que está a cargo de la toma de decisiones y esta a su vez con la amígdala que es algo así como el centro de todas las emociones que experimentamos en nuestra vida, así que ya por ahí puedes sacar cuentas de lo que sucede en tu cerebro cuando disfrutas de tus melodías favoritas.
Pero además, luego de ese proceso que te acabo de explicar, el cerebro se inunda de dopamina, que es la sustancia que se asocia a las recompensas y que además, es adictiva, así que sí, el hecho de que ames la música es también considerado una adicción pero esto no es para sorprenderse pues ya conocerás tú cualquier cantidad de personas que no pueden estar sin escucharla.
La armonía, el timbre, el volumen, entre otros componentes, integran las piezas o melodías con las que vamos armando no solo patrones de comunicación, (ya habrás oído eso de que lo que no se dice con palabras se expresa con canciones e instrumentos), sino además historias, vivencias y experiencias que luego nuestro cerebro guarda y asocia con ellas.
Un puente directo con el corazón
Como ya dije antes, cada uno de nosotros tiene un sound track que es una especie de banda sonora a lo largo de nuestra vida y que se va llenando no solo de melodías y canciones sino además, de emociones ligadas a esos sonidos armoniosos.
Después de tomar en cuenta esto, grupos de médicos alrededor del mundo han estado usando la música para traer de vuelta, al menos por cortos espacios de tiempo, a quienes han perdido sus recuerdos o sufren algún tipo de demencia o enfermedad mental.
Y es que por ejemplo, se han estado implementando terapias que usan la música para tratar no solo las emociones sino enfermedades como el alzheimer, en la que los pacientes no pueden siquiera recordar el nombre de sus hijos, pero al escuchar una canción no solo la cantan, sino que son capaces de descifrar los nombres de sus cantantes y rememoran épocas en las que las escucharon o recuerdos y emociones que asocian a ellas.
Además, es sabido que los pacientes con alzheimer a menudo suelen tener episodios de nerviosismo e intranquilidad que son calmados, como por arte de magia con la música que les gusta, por lo que los estudios en esta área de estimulación emocional han continuado y seguirán avanzando para recuperar parte de esa memoria que han perdido quienes padecen de esta enfermedad.
Personalmente, conocí el caso de la abuela de una amiga, quien sufría de este triste padecimiento y cuya vida se asemejaba más a un mueble de adorno, que a lo que conocemos realmente como existencia.
Debido a la enfermedad había perdido su capacidad de recordar, pero no solo eso, había olvidado incluso cómo caminar, hablar y por supuesto, dependía absolutamente del cuidado de otros.
La señora, que había pasado los últimos 3 o 4 años sin pronunciar una sola palabra, tuvo un brillo inusual en sus ojos, y no solo eso, reaccionó ante la presencia de su hija y acto seguido, comenzó a reír, a cantar y a recordar momentos de su vida, como por ejemplo, su baile de bodas, el concurso de baile en el que participó en su juventud y así poco a poco, recuerdos asociados a aquellos temas.
Por supuesto, ella sigue teniendo alzheimer que como ya sabemos es una enfermedad degenerativa, pero, el hecho de verla sonreír, cantar y hablar, a su hija le da no solo tranquilidad sino compañía, pues ese cuerpo inerte que en el pasado no sabía ni que existía, hoy es capaz de contarle historias y conversar hasta cierto punto con ella.
La web está llena de experiencias en las que se ofrece el testimonio de pacientes que conectan con sus recuerdos, con sus emociones, con su pasado y con esa memoria emocional que llega a ellos a través de la música que aman.
Así que siendo así, ya ves por qué la música además se relaciona como beneficio en temas como la depresión, la ansiedad, el estrés y otros trastornos emocionales en los que su uso, trae ventajas a quienes padecen de estas dolencias, pues los acordes de la vida, se acoplan perfectamente con sus notas musicales favoritas.
Fuegos artificiales
¿Has visto las sonrisas de quienes tocan algún instrumento musical? ¿Has apreciado la pasión, el éxtasis y la energía que les mueve cuando son capaces de reproducir los sonidos que leen en partituras o que ya saben de memoria?
Pues a mí siempre me pareció genial y de hecho, durante el transcurso de mi vida, he dicho en más de una oportunidad que los músicos son personas no solo muy inteligentes sino además, tan conectadas a esos instrumentos que evidencian un cambio de ánimo inmediato al comenzar a tocarlos.
Dicen que cuando un músico lee las notas para tocar un instrumento, aunque lo veamos sereno y calmado por fuera, por dentro, especialmente en su cerebro, ocurre una verdadera lluvia de fuegos artificiales.
Lo mismo ocurre con aquellos que escuchan sus melodías favoritas, pues estudios demostraron a través del uso de tomográfos en tiempo real, que cuando esto sucede distintas áreas del cerebro se ponen en funcionamiento por lo que debido a ese movimiento que en los aparatos médicos se percibe por medio de luces de colores, parece un verdadero cielo iluminado.
Por eso, los beneficios de escuchar música son innumerables no solo en el área de recuerdos sino de inteligencia, capacidad y habilidad motora, sin dejar de mencionar los tremendos efectos tranquilizadores y de armonía que nos trae.
Cada vez que escuches una canción, tonalidad o melodía que sea de tu agrado, no olvides recordar que cada una de ellas forma parte de tu memoria emocional y musical y que esas que te hacen conectar con recuerdos y experiencias, serán las que en el futuro harán que regreses a tus momentos importantes.
Como ya dije antes, cada uno tiene un género o estilo musical que le agrade y otros que sencillamente, jamás escucharía, así que sea cual sea la que te guste, disfrútala porque está hecha como un arte para que tengas el placer de rendirte a sus pies.
La música modifica tu estado de ánimo, pero además, es usada como método de aprendizaje y de hecho. Tengo una experiencia sobre eso pues a los 11 años, es decir, hace un poco más de 30, me aprendí una exposición que debía hacer en el colegio, agregándole al texto, una melodía.
La cosa es que 30 años después mi amiga y yo, somos capaces de recordar perfectamente toda esa canción que pudimos aprender en minutos, una vez que inventamos una melodía para ella.
Por supuesto, en aquella oportunidad no la cantamos, sino que más bien la recitamos y se hizo algo incomodo tratar de que no salieran aquellas palabras como canción sino como exposición en el colegio, pero, lo importante es que, lo que aprendimos, más que el tema que debíamos estudiar, fue una técnica que nos sirvió durante toda la etapa escolar.
El hecho de que la música tenga poder sobre las emociones solo nos puede explicar el hecho de que cada vez que escuchamos nuestra melodía favorita, nuestras emociones se activen y nuestro organismo, de respuesta sobre ella.
¿Y tú? ¿Te consideras melómano? Cuéntame en los comentarios tu experiencia con la música o alguna experiencia con la que sientas que te ha ayudado.
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