Budismo: Alcanzar el Nirvana para liberar tu alma
Entre las muchas religiones y creencias que sigue el ser humano, una de las que más seguidores acumula y que de hecho, se encuentra en el cuarto lugar de las doctrinas o religiones principales del mundo es el Budismo.
Solo nombrar o leer la palabra Budismo hace que de inmediato la asociemos a la imagen de un señor un tanto obeso y semidesnudo, quien sentado en una posición mística y cercana que desprende paz nos invita a entregarnos a esa tranquilidad.
Liberar tu alma del sufrimiento es la promesa que hace que al menos 2500 millones de personas en el mundo sigan los principios de esta doctrina, religión o pensamiento filosófico, como desees llamarle, así que hoy te hablaré del Budismo y de cuales son esas maravillas creadas por el humano que han logrado aglomerar tal cantidad de fieles durante tantos años.
Son muchos los que creen en una religión sin un Dios
Así que siendo así lo primero que te diré es que en el Budismo no encontraremos dioses ni historias increíbles de seres mágicos o mitológicos. Al contrario, es una corriente que se basa en la experiencia humana y en el comportamiento del hombre frente a un aspecto tan importante como lo es el sufrimiento.
Pero, ¿Y cómo es eso? Fácil, pues resulta que el Budismo está basado en las experiencias de sufrimiento que tuvo un ser humano tan normal como tú y yo, y que decidió desnudar el dolor y darle forma a través de una filosofía que hoy en día es aplicada en la vida de millones de personas alrededor del mundo. Comenzamos.
La Historia de Buda
Si es la primera vez que lees sobre el budismo te va a sorprender enterarte que Buda no es nombre sino un significado que quiere decir «Despierto», así que hay muchos Budas.
Sin embargo, uno de los más famosos es el dueño de esa imagen que viene a tu cabeza cuando piensas en Budismo y su nombre real fue Siddhartha Gautama, quien fue un príncipe que nació en lo que hoy conocemos como Nepal en el año 480 Antes de Cristo.
La historia de este Buda es curiosa pues cuenta que el padre de Siddhartha era un poderoso gobernante que asustado por una profecía sobre su hijo, estaba aterrorizado. Esa predicción advertía que el príncipe heredero se iba a convertir en un líder religioso en lugar de ocupar el trono real como el Rey esperaba.
De estar manera, el padre decidió ocultar a su hijo todo el dolor y sufrimiento humano, por lo que Siddhartha nació y creció rodeado de lujos en grandes y elegantes palacios, en los que tenía las mejores joyas y ropas, comía y bebía lo que quería y se casó con una hermosa mujer.
El padre de Siddhartha despedía a sirvientes que estuvieran enfermos o que fueran feos o ancianos, además de prohibir al resto de los habitantes del reino que hablaran con el joven temas que hicieran referencia a las miserias de la vida. Sin embargo, Siddhartha sentía una profunda insatisfacción con su lujoso existir.
Cuando tenía 29 años, el príncipe hizo un viaje fuera del palacio y fue entonces cuando por primera vez vio a un anciano, a un enfermo y a un cadáver y esto lo hizo caer en una profunda e inmediata crisis existencial.
En otro viaje fuera de Palacio, Siddhartha se encontró con un monje que había renunciado a todas sus posesiones y que en apariencia se veía muy feliz y pleno, así que decidió que abandonaría su vida principesca y se convertiría en un monje para así buscar respuestas a los sufrimientos de la vida.
De esta manera, Siddhartha pasó los siguientes seis años aprendiendo de los mejores maestros en Yoga y Meditación de la India. Luego se unió a un grupo de ermitaños que, en un bosque, practicaban ayuno extremo y meditación intensa.
Sin embargo, después de seis años de comer nada más que semillas que caían sobre su cuerpo, Siddhartha era poco más que un esqueleto viviente entonces se dio cuenta de que no estaba nada cerca de una respuesta al sufrimiento, y de hecho, el hambre le nublaba la mente y se sentía aún más lejos de la verdad que buscaba.
Comprendió entonces que el camino hacia la liberación se encuentra entre los extremos de la vida de lujo de un príncipe y la vida de hambre de un ermitaño, así que se decidió por un camino medio y empezó a comer de nuevo y a recuperar energías. Entonces se sentó debajo de un árbol y juró meditar hasta encontrar una respuesta.
Durante los días que duró su meditación, Siddhartha se dio cuenta de que los seres humanos mientras más deseaban, más sufrían. Entendió que la enfermedad y la muerte son etapas de la vida y que estas llegan en el momento en el que corresponda. Supo que la aceptación es lo único que podemos hacer para disfrutar de la realidad y entonces, alcanzó la liberación de sus sufrimientos o el Nirvana.
Así fue como sentado, Siddhartha debajo de ese árbol se había convertido en un buda.
Nirvana no es un lugar al que ir ni es el paraíso. Es un estado mental
El Nirvana se resume como un estado de liberación o un estado de ser, en el que a través de las respuestas encontradas a sus realidades, una persona escapa del sufrimiento del mundo y entiende su unidad con el universo.
Quien alcanza el Nirvana escapa del ciclo de reencarnación en la tierra y puede existir espiritualmente y esta es la meta de los seguidores del budismo.
Religión sin Dioses
El budismo es la religión más numerosa e incluyente del No Teísmo, que es una definición religiosa que se refiere a las corrientes espirituales o filosóficas que no mencionan la existencia de un Dios creador absoluto pero que se diferencian del Ateísmo porque aceptan la creencia en el alma, en la vida después de la muerte y en la existencia de Dioses no absolutos que evolucionan y cambian.
Y es que esta religión sin dioses pretende como otras, ser una fe universal. Su propuesta es que el conocimiento surge de la conexión del alma humana con el universo sin intervención de revelaciones ni fenómenos extraños.
Buda no es considerado un Dios sino un Guía Espiritual
Según el budismo existen seis razones que causan sufrimiento al ser humano y que pueden ser evitados y erradicados de sus existencias para así lograr alcanzar la paz y tranquilidad de la vida. Estos son:
- Tener apegos: Cuando generas un apego dejas de disfrutar de las cosas que amas por miedo a perder lo que se tiene o por añoranza de no tenerlo más, por lo tanto, quien vive con apegos ama por lo que siente, por lo que obtiene o por lo que cree necesitar y no por una elección natural y espontánea.
- Querer controlar todo: Siempre querer que las cosas se hagan como dices no permitirá que las cosas y situaciones fluyan naturalmente.
- Desear cambiarlo todo: Nuestras expectativas de como deben ser las cosas van a diferir de como son en realidad, lo que generará frustración, ira e incluso, impotencia. Acostúmbrate a liberarte de expectativas. Algunas cosas podrán ser cambiadas pero otras no. Recuerda que ante todo lo negativo, puedes encontrar siempre algo bueno.
- Querer cambiar el pasado: Sentir culpa o guardar rencor no son más que factores limitantes en tu vida. Debes aprender a soltar las cargas de tu pasado sabiendo que no deben atormentarte porque ya no puedes cambiarlas.
- Querer que otros sean como tu quieres: Debes respetar el tiempo de los demás. Debes ser humilde y dejar que otros sean como lo han decidido. Para lograrlo puedes comenzar preguntándote qué harías tú si alguien quiere organizarte la vida de una manera en la que tu no te sientes cómodo por no estar a tu tiempo y ritmo.
- No aceptarte: Si condicionas el amor que te das y lo que te mereces, sin estar consciente de tu responsabilidad en tu propia vida, siempre estarás inconforme. Amarte a ti mismo es la forma mas sencilla de atraer el amor que necesitas y de sentirte en armonía con la vida
Las cuatro nobles verdades
Debajo de aquél árbol en el que Siddhartha alcanzó el Nirvana, las conclusiones a las que llegó fueron tan determinantes que se convirtieron en los principios con los que el Budismo ha enamorado sin proponérselo a sus fieles seguidores.
Y es que más que mantras, normas, leyes o mandamientos, las nobles verdades hablan desde la experiencia humana, lo que acerca y personaliza a las vivencias de los hombres sea cual sea la época y geografía en la que vivan.
Las cuatro nobles verdades vistas y distribuidas primero por Buda y luego por sus seguidores, a lo largo y ancho del mundo son:
1.- La vida es sufrimiento: La primera verdad real es que la vida es dukka. Esta palabra se traduce como sufrimiento pero es más con una insatisfacción en la que la vida es desagradable porque los humanos se aferran a cosas temporales. La vejez, la enfermedad y la muerte son Dukka, las cosas cambiando cuando no quieres que cambien son Dukka, no conseguir lo que quieres o que las cosas nunca estén a la altura es dukka. Esta palabra sugiere que cuando la vida no es físicamente dolorosa, igual puede ser decepcionante e insatisfactoria.
2.-El sufrimiento es causado por el deseo: Los seres humanos se aferran al deseo por las posesiones, el poder, las personas y la vida, así que terminan constantemente decepcionados porque todo esto termina. La gente quiere cosas que no tiene y quiere que lo que sí tiene nunca cambie. Pero todo cambia siempre, todo lo que creemos que poseemos es realmente prestado. Queremos vivir para siempre y que nuestros seres queridos sigan siendo los mismos siempre, pero así como no puedes agarrar un río en movimiento, no puedes tener una relación permanente con un mundo impermanente.
El deseo alimenta el sufrimiento de la misma manera que la madera alimenta al fuego. El fuego consume todo lo que le das y siempre pedirá más. La única manera de apagar el fuego es dejar de alimentarlo. Buda enseñó que el secreto de una vida feliz es disfrutar de lo que tienes sin apego y no querer lo que no tienes.
3.–El sufrimiento puede terminar: Como somos nosotros quienes causamos nuestro sufrimiento, también podemos curarlo. No podemos cambiar las cosas que nos suceden pero sí podemos cambiar nuestras respuestas.
4.-Hay un camino óctuple que nos lleva al final del sufrimiento: Esta es una guía de ocho pasos para desprogramar al cerebro adicto al deseo. Se le llama camino pero hay quienes sugieren que se debería pensar en él como una rueda con ocho partes que deberían girar juntas al mismo tiempo.
Los 8 componentes
- Visión correcta: Aceptar las 4 nobles verdades, que el sufrimiento existe y que siguiendo las normas del Buda hay forma de salir de él.
- Pensamiento correcto: Buda dijo «Tu peor enemigo no puede dañarte tanto como tus propios pensamientos», por lo que no hay que permitir que pensamientos negativos como la codicia, el miedo y la ansiedad nublen la mente. Hay que llenar la mente de pensamientos positivos provenientes del amor, la bondad y la compasión.
- Hablar correcto: Concentrarse en palabras positivas y mantenerse alejado de las negativas como los chismes, las mentiras y las palabras hirientes. Eso solo causa sufrimiento a ti y a tu entorno.
- Actuar Correcto: El Buda enseñó la filosofía de Ahimsa o de la no violencia. En lugar de herir a los demás, debes intentar tener un amor infinito por toda la vida. Las buenas acciones incluyen conquistar la ira con amor, la maldad con el bien, la mezquindad con generosidad y la mentira con la verdad. Las malas acciones incluyen robar, matar, consumir drogas y tener relaciones sexuales sin consentimiento.
- Medio de vida correcto: Evitar trabajos que involucren muerte, armas, esclavitud, daño a animales, drogas y cualquier tipo de explotación. Pero el medio de vida no es solo una ocupación. Hay que ser un honesto y amable familiar, amigo y pareja.
- Esfuerzo correcto: Se basa en el pensamiento correcto. Significa esforzarse en dar la bienvenida, crear buenos pensamientos y evitar los malos. Usando el esfuerzo correcto en tu mente, riegas las flores de tus pensamientos positivos para que crezcan.
- Atención consciente correcta: Es prestar atención. Estar atento en todo momento. Permanecer en el presente sin juzgar ni etiquetar tus experiencias y sin dejar que los pensamientos que te distraen te saquen del momento presente. La atención consciente te ayuda a comprender tu mente y tu cuerpo para que puedas ver qué causa tus reacciones positivas y negativas en cada momento.
- Concentración correcta: Mientras que la atención correcta es como una red gigante que atrapa todo, la concentración correcta es como un láser. Es lo que la gente reconocería como meditación y usándola enfocas tu mente para que puedas obtener una visión de la realidad y por qué sucede.
No vas a encontrar la felicidad aferrándote al mundo. En lugar de controlar, debes aceptar y disfrutar cada momento como es.
¿Qué hay del Karma?
Karma, es una palabra sanscrita que significa acción pero acciones que tienen consecuencias, es decir, que cuando se cometen acciones buenas o malas, provocan una reacción en cadena que más tarde volverá en esta vida o en las siguientes.
Los budistas ven el karma como una ley natural, como la gravedad, no como una especia de sistema crítico de recompensas y castigos. Es un sistema de causa y efecto. Se piensa que son como semillas, por lo que lo que cada quien siembre, eso cosechará.
Si quieres saber acerca de tu vida pasada, mira tu cuerpo presente. Si quieres conocer tu vida futura, mira tu mente ahora».
Buda
El karma no es el destino. Cada persona puede cambiar y mejorar su vida, por lo que cuando se trata de karma, la intención es importante ya que este también influye en cómo vas a renacer en una próxima vida.
Símbolos del Budismo
Es común el uso de ciertos símbolos en la práctica o enseñanza del budismo, así que si quieres aprender de esta religión es importante que conozcas algunos de ellos, como por ejemplo:
- La rueda del Dharma: Conocida como dharma chakra, representa el Noble Camino Óctuple que Buda enseñó a sus discípulos.
- El nudo sin fin: Llamado srivatsa en sánscrito y empleado en el budismo tibetano, simboliza la eterna sabiduría de Buda, ya que no tiene ni principio ni fin.
- El árbol de Bodhi: Representa el árbol en el que Buda se sentó a meditar en Bodh Gaya, hasta alcanzar la iluminación.
- La flor de loto: Símbolo de la pureza mental que flota por encima del lodo de lo cotidiano.
¿Sabías que el renacimiento para los budistas es muy importante porque ellos creen que vivimos en un ciclo sin final de nacimiento, sufrimiento y muerte llamado Samsara?
Es importante que entiendas que la vida es un regalo y que esta filosofía, religión o doctrina solo busca elevar tu espiritualidad y explicarte que tus maneras de vivir pueden convertirse en una fuente eterna de armonía no solo para ti sino para quienes te rodean y para quienes además, siguen tus pasos.
Vivir de manera consciente tu vida, prestando atención a cada detalle para cambiar cada faceta de tu existir, es uno de los principios del Budismo, por lo que creas o no la historia de Siddhartha o de otras personalidades reales o mitológicas, lo realmente importante es que estés enterado de que el control de tu vida y destino no depende más que de ti mismo y de la compasión, amor, respeto y tolerancia con la que decidas llevar tus días y participar en la de quienes te rodean.
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