El Poder del Merecimiento: Lo que buscas también te está buscando
¿Recuerdas cuántas veces has dejado tirado un sueño o un proyecto de vida, o esa meta que estabas próximo a alcanzar y que quedó reducida a solo una idea por temores infundados o por miedo a fallar? ¿Cuánto de tu vida ha quedado en un rincón de olvido por la desconfianza que sientes de ti mismo?
No es un secreto para nadie que generalmente, el ser humano tiende a creer que sus objetivos más importantes le quedan grandes y que no merece la pena intentar materializarlos, pues seguramente, no darán resultado.
Déjame decirte que quienes se quedan esperando por la aprobación de otros para comenzar y si no la tienen, abandonan sus planes, generalmente, llegan al final de sus vidas lamentándose y dándose cuenta de todo el fracaso que trajo consigo la única idea absurda que tuvieron: el miedo.
Desde que somos niños, la mente del ser humano es programada con patrones que nos hacen creernos desmerecedores de lo espléndido de la vida, y si no me crees, solo imagina a un niño a quién se le dice que su regalo de navidad o de cumpleaños dependerá del comportamiento que tenga.
Imagina ahora que ese niño trata de portarse lo mejor que puede durante mucho tiempo y espera con ilusión ese regalo pero al llegar el día deseado, no lo obtiene y no porque no se lo haya merecido, sino porque probablemente sus padres no tienen el dinero para comprárselo o solo decidieron comprar otra cosa.
Desde ese momento, ese niño que hizo su mejor esfuerzo se creerá indigno y cultivará dentro de sí la idea de que no fue lo suficientemente bueno y por eso, no recibió lo que con tanto esfuerzo esperó.
Hoy hablaremos del merecimiento y de cómo, limpiándote de esas energías que no te pertenecen, puedes materializar esos proyectos y sueños que muy bien sabes que te mereces. ¡Comenzamos!
Lo Que Mereces Por Derecho
El merecimiento es algo que se cultiva desde nuestro interior. Cuando dudamos de nosotros y creemos que no somos merecedores, debemos replantearnos y comprender que esos pensamientos son creencias limitantes que se fueron reprogramando en nuestra mente subconsciente desde nuestra creación pero que son eso, solo una creencia, una programación y como cualquier otra energía, puede ser transformada.
Si tú lo has creído, tu lo puedes cambiar pero esto sucederá cuando entiendas que esas creencias no son realmente lo que eres ni lo que te define. Tus estados de consciencia y de alta frecuencia representan tu verdadera esencia, por lo tanto nuestro trabajo en el camino espiritual es aquietar nuestra mente e ir hacia adentro para descubrir todo lo que podemos crear y cambiar de nuestra realidad.
Te mereces lo bueno, tienes el derecho solo porque sí, porque respiras y tienes vida, así que esta práctica te llevara mas allá de la identificación, elevará tu conciencia a niveles más altos y podrás profundizar en el conocimiento de quien eres.
Recuerda que estar consciente del poder de tu mente, de tu amor, de tu conciencia, te llevará a entender que los problemas no son más que memorias que intentan atraparte desprevenido y desequilibrarte.
Así que te recomiendo elegir saber que mereces todo lo bueno de la vida porque estás hecho de la misma sustancia de la divinidad y puedes cubrirte de ese amor, pues esta es la energía de las cosas bellas, de todo lo que existe, la energía divina del universo y la energía creadora que se encuentra dentro de ti
El ser humano merece tener paz, ser feliz, sentirse valorado, gozar de la prosperidad, de la abundancia y de todo lo que en su mente crea y que, por miedos y dudas, termina desechando en el inconsciente, que luego, con total seguridad se transformará en pensamiento negativo y en consecuencia, en sentimientos de baja frecuencia .
Cuando te atas a memorias de no merecimiento en tu realidad, no solo las limitas sino que además, las transformas en tu verdad y caminas por la vida sintiendo que si nada bueno te ocurre es porque sencillamente no lo mereces.
Pero no es así, tú mereces todo lo bueno que puedas crear en tu mente, así que es hora de que te liberes de las limitaciones que te han sido impuestas por las demás personas y por ti mismo.
Debes soltar todos esos conceptos con los que no viniste al mundo y no solo eso, también debes amarlos y perdonarte por las opiniones negativas y las creencias restrictivas, así como los miedos y los prejuicios que ya no quieres que formen parte de tu nueva conciencia y que te alejaron de tus metas.
Disolver cualquier pensamiento restrictivo negativo, produce una increíble energía de liberación y disolución de limitaciones del pasado, pues además, te permite sentirte libre para identificarte con las limitaciones y de esa manera entras a un nuevo espacio de la conciencia en donde te verás a ti mismo de forma diferente.
¿Cómo lograrlo?
En el proceso de creación de tu vida y de atraer aquello que deseas, tienes que saber y creer que eres digno de recibir y que mereces lo mejor. Eso significa examinar las actitudes que mantienes, consciente o inconscientemente, acerca de tu vida.
Lo que debes examinar en primer lugar, son tus pensamientos, pues éstos son algo así como que los arquitectos de los cimientos de tu mundo material, entonces, la manifestación de lo que deseas supone la utilización del poder de tu mundo interior para con él establecer una relación plena con la vida y atraer hacia ti aquello que deseas.
Puedes recordarte continuamente que el poder que lo trajo todo al mundo físico es el mismo poder que también te trajo a ti, pero si no te sientes digno, perturbarás el flujo natural de la energía en tu vida y crearás un bloqueo que imposibilitará la manifestación. Debes recordar que mereces lo mejor.
Si tus pensamientos se basan en una imagen de desmerecimiento, sea cual fuere la razón, manifestarás lo que esos pensamientos imparten a la mente universal. Todo aquello que necesitas dominar para lograr el merecimiento en tu vida lo tienes a tu disposición en forma de actividad mental.
No necesitas salir al mundo y conquistar nada, se trata simplemente de cambiar tu mentalidad y convencerte a ti mismo que mereces recibir todas las bendiciones, ya sean materiales o de otro tipo.
A veces tienes que olvidar lo que sientes y recordar lo que mereces
Frida Kahlo
Para sentir merecimiento, debes entender que tu autoestima procede de ti mismo, al igual que la aceptación nace en ti, por lo que no puedes amarte desde el exterior, así que entiende que solo tú puedes amarte y aceptarte tal y como eres.
Cada vez que te sientas incapaz de recibir tus manifestaciones, recuerda que nadie es indigno y que la misma energía divina que fluye a través de ti, fluye también a través de todos.
Acéptate a ti mismo sin reparos y esto no significa que debes aceptar todo tipo de comportamientos. Más bien acepta esto como una negativa a participar en actos de autodesprecio, pues si te rechazas a ti mismo no podrás sentirte digno de la magnificencia del universo.
Si tu energía se centra en lo que hay de erróneo en ti y te lamentas ante ti mismo y ante cualquiera que esté dispuesto a escucharte, ¿Qué crees que va a pasar? Te lo diré, vas a continuar alejando de tu vida todo aquello que por derecho natural te corresponde.
¿Qué tiene que ver con el autoestima?
¡Mucho! Todo para hacer honor a la verdad. Y es que solo puedes saber lo que mereces cuando comprendes el valor que tienes y voy a darte varios ejemplos que te harán entender este tema y tomar acciones en tu vida.
No puedes darte cuenta de lo que vales si no lo sabes, así que cualquier cosa o situación que llegue a tu vida, vas a aceptarla porque sencillamente, no te has conectado con tu amor propio, sino que por el contrario, lo tienes ahí olvidado y pisoteado en algún rincón de tu alma.
Supongamos que tienes un empleo en el que destacas por tus habilidades y aptitudes pero a pesar de eso, la remuneración que recibes no es la esperada. En el caso de que no sepas tu propio valor, te quedarás sin chistar aunque eso te produzca malestar y frustración pero más aún, te encontrarás dándote excusas tontas de por qué sigues ahí sin mover un solo dedo para mejorar tu situación financiera.
Caso contrario ocurre cuando, con el mismo ejemplo anterior, sabes que tienes cualidades y capacidades para ser remunerado de una mejor manera, por lo que, utilizando tu certeza, y no tu frustración o rabia, te comunicas con tu superior y le haces saber que deseas mejoras en tu salario.
Quién actúa con mediocridad y sin amor propio, termina aceptando cualquier cosa, pero quien sabe su valor, su potencialidad y respeta su valía, sencillamente, siempre busca superar, incluso, a su yo anterior.
Otro ejemplo sencillo y cotidiano que puedo explicarte es el que tiene que ver con las relaciones sentimentales. Muchas veces, la soledad hace que las personas confundan sus sentimientos y terminen aceptando cualquier relación insólita por miedo a estar solos.
Algo que puedo decirte con certeza es que quien ama su soledad no la rellena con cualquiera; es decir, quienes se aman, se respetan y saben su valía, definitivamente están en consonancia con el merecimiento por lo que no terminarán enredados en relaciones abusivas o mediocres porque saben bien qué es lo que quieren y en especial, saben qué es lo que merecen.
Por el contrario, quien solo está desesperado por evitar su soledad, terminará aceptando «lo que venga», porque sencillamente no sabe estar solo consigo mismo y eso es porque no ha aprendido a amarse y a conectarse con su yo interior. Generalmente, este tipo de personas son las que tienen serias dudas con tu valía y su merecimiento.
Aquello que debería ser, ya está aquí
Y esto lo que quiere decir es que lo que tu deseas ya existe y solo puede fluir hacia tu vida inmediata si tú te muestras abierto a que así suceda. Los pensamientos de autodesprecio te impiden situar en el universo el conocimiento y la energía amorosa que van a trabajar para ti.
La auto adaptación no es nada más que una transformación de tu conciencia que solo exige un cambio de mentalidad. La aceptación significa que, en realidad, no tienes que hacer nada al respecto, simplemente respetas tu cuerpo y la inteligencia divina que está obrando sobre ti.
Y no te estoy hablando de que tengas una actitud fingida, sino que lo que hagas sea simplemente, apartar al ego de tus valoraciones internas, que son esas que centras en la aprobación de los demás. Recuerda que gracias a la auto aceptación puedes decir honestamente: «Soy lo que soy y lo acepto».
Una vez que hayas fijado firmemente esta actitud, desde una postura de honestidad contigo mismo, la certeza de que mereces recibir los dones del universo estará alineada con ese divino poder para llegar a ti en forma de manifestación de tu realidad interna.
Existen limitaciones que sin darnos cuenta, se transforman y forman parte de nuestro estilo de vida y nos impiden llegar hacia dónde queremos y en general, estas llegan a nosotros a través de creencias por medio de nuestros padres, abuelos, pareja y otras personas que durante nuestra existencia, forman parte de ella.
Lo bueno es que puedes tomar la decisión de transformar esas limitaciones y evolucionar más allá de ellas, abandonando los pensamientos erráticos y negativos, soltando los temores y dudas así como la falta de amor propio y eligiendo únicamente sus opiniones positivas y creencias abundantes.
Decide crear nuevos pensamientos acerca de tu ser y de tu vida, para que esas ideas se conviertan en nuevas experiencias y formen una unidad con el poder del universo que te permita recibir las bendiciones que te esperan.
Recuerda que la totalidad de las posibilidades sobre algún asunto está frente a ti y eres tú quien elige por cual sendero transitar, por lo que nadie más que tú debes manifestar esa abundancia infinita y eso lo logras cuando comienzas a darte cuenta de que debes amarte y honrar tu existencia, pero además, cuando aceptas tu presente y das la bienvenida al triunfo.
Hay algo que debes saber y es que debes aprender a separar el ego del merecimiento. No te mereces las cosas solo porque sí y lo que ocurre con el ego es que cuando se reclama el valor que creemos tener, sencillamente, éste no se siente.
El merecimiento no se reclama pues se da por sentado cuando sabes quién eres. Es callado o silencioso, como prefieras nombrarlo, porque tenemos certeza de quienes somos, sabemos lo que valemos y no necesitamos buscar nada en el exterior para justificar sensaciones de valor que otros puedan percibir de nosotros.
Cuando tomas acciones que van en sintonía real con tus valores, con tus pensamientos e ideas de abundancia, no puedes esperar otra cosa que una respuesta rotunda del universo que no es más que toda esa energía que has puesto para lograr.
Ni siquiera pienses que las cosas van a caer del cielo y que de un día a otro tu realidad va a cambiar solo porque te las mereces porque si solo te sientas a esperar que todo ocurra, sencillamente nada ocurrirá. No hay magia, no hay trucos más que esa seguridad de que puedes lograr, pero haciendo tu parte para que así sea.
El merecimiento es una ola que está conectada con el poder del recibir y éste a su vez, está conectado con la voluntad de dar.
¿Cómo trabajar con el Poder del Merecimiento?
Cuando despertamos el poder del Merecimiento, también lo hacemos con nuestra propia intuición. Siempre le digo a las personas que me piden un consejo que cada uno de nosotros debe hacerse cargo de sí mismo, pues solo desde la visión individual podremos tomar las decisiones acertadas en cada uno de los caminos que deseamos seguir.
Al hacernos cargo de nosotros mismos, tenemos en nuestras manos las herramientas para atraer toda la prosperidad, éxito, ambiente laboral y familiar, atracción de relaciones armoniosas de pareja, y en fin, todo eso que nos puede procurar bienestar, vitalidad, paz, y salud.
Generalmente, el ser humano sirve como un imán de atracción para situaciones complejas en su vida y esto ocurre por todos los patrones, herencias y creencias de sus ancestros han convertido en huella, aunque sea inconsciente, en la vida de cada quién.
Lo que tanto buscamos, nos busca a nosotros
Cuando despertamos el poder del merecimiento, comenzamos a vivir una vida mucho mas consciente en la que además de valorarnos, nos sentimos plenos, satisfechos y nos liberamos de la queja. Esto ocurre porque todo lo que acontece en tu vida es justamente un reflejo de tu ser interior y tu, ¡Estás feliz con eso!
Frecuentemente, conozco casos de personas que dicen ser infelices con el trabajo que tienen o con sus finanzas, o con su pareja y siempre les pregunto: ¿Qué haces ahí?
Y es que sencillamente, una persona que haga un trabajo en el que no sienta emoción ni placer, estará frustrado y de mal humor; al igual que lo estará quien al llegar a casa tiene una pareja con la que no se siente bien o que la desvaloriza.
Nadie debe estar en dónde no se siente bien y he ahí la importancia de saber lo que merecemos, pues también conozco de muchísimos casos que trabajaron en el desapego de esas creencias limitantes y hoy son personas absolutamente plenas y felices, porque se han liberado de ataduras que les hacían permanecer estancados en una relación laboral o sentimental que lejos de enriquecer sus energía, las absorbía tal cual lo hacen los vampiros energéticos.
Muchas veces pensamos que no merecemos algo porque tenemos sentimientos de culpa y quiero decirte que hasta la más perfecta de las personas en las que creas, se equivoca. Así que si es tu caso, quiero que sepas que lo primero que te mereces es el perdón de ti hacia ti. Todos tenemos derecho a cometer errores, a enmendarlos y a seguir adelante.
No te compares con nadie. El compararte con otros nunca te va ayudar porque lo que haces es alimentar esa historia mal contada de que no mereces las cosas mientras qye otros sí. Son errores e ideas que traban tu vida. Cada quien tiene su camino, su aprendizaje, sus tristezas, y tu también mereces y debes trabajar desde la gratitud, las tuyas.
Una vez que creas que mereces todo lo que creas en tu mente, estoy segura de que todas las cosas, personas y situaciones que deben estar en tu vida, llegarán sin ningún tipo de limitación.
Y como te dije antes, no se trata de magia, pues eres tú quien debe trabajar en tu propia seguridad y sentirte merecedor de todo lo bueno que la vida y el universo pueden ofrecerte, pero como ya sabes, esto es algo que depende de que te lo creas.
No sientas vergüenza en decirte a ti mismo todo lo que vales y especialmente, no sientas miedo en dejar atrás antiguos patrones que hasta ahora te han alejado de la realidad que quieres vivir. Todo lo que sueñes, lo mereces pero eso, solo depende de la intensidad con la que tu mismo, quieras salir de tu vieja conciencia.
Te dejo este artículo en el que hablo de la Ley de la Compensación, que es un tema que complementa éste y que de seguro te dará herramientas para empezar a trabajar en ti mismo desde ya.
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